CSKA MOSCÚ 82 - REAL MADRID 78
El Madrid pierde con polémica
En los últimos 77 segundos, los árbitros anularon un triple a Campazzo por falta previa, no dieron una canasta de Ayón tras tocar Clyburn la red y no vieron la falta final sobre Carroll.
Digno pulso en Moscú por la segunda plaza, que ahora es de un CSKA que se ha apuntado los dos duelos directos. El Madrid aguantó la embestida inicial del campeón ruso (7-0), cogió ventaja en un gran segundo cuarto (32-40), sufrió luego la respuesta local de un De Colo desatado (10 de sus 21 puntos en el tercer acto) y más tarde de Higgins (9 en último parcial), pero incluso así llegó vivo al último minuto y medio. Venía de un sprint magnífico, donde Taylor le puso el cascabel al gato Higgins y Randolph y Campazzo lideraron el arreón: del 77-70 al 77-76.
Quedaban 77 segundos y los árbitros tomaron las siguientes decisiones: anularon un triple de Campazzo tras falta previa en el bloqueo de Tavares, que era la quinta y le eliminaba. No concedieron una canasta de Ayón tras tocar Clyburn la red, y es posible que incluso también rozara el balón después de que hubiese tocado el tablero (muy difícil de ver, eso sí). Y la última, a 7 segundos de la bocina y con 81-78, tampoco señalaron una personal de Clyburn sobre Carroll. Le dio en la mano derecha claramente cuando Jaycee intentaba un triple a la desesperada para forzar la prórroga. El balón no alcanzó el aro, se había quedado sin fuerza por el impacto. De las tres decisiones arbitrales, la última es un error indiscutible.
Tampoco ayudó que Ayón, tras no lograr la canasta en la segunda acción polémica, realizara una falta rápida sobre Clyburn, que le mandó a la línea de personal (ya estaba el Madrid en el bonus) y permitió así al equipo ruso poner fin a tres minutos de sequía encestadora: 79-76. El factor más determinante de la tarde, sin embargo, fue el rebote, el que amargó al Real y le impidió volar, y el que mantuvo a la vez al CSKA cuando penaba: 40 rechaces (¡19 ofensivos!) frente a 28 (y solo 7).
La ausencia de Llull
A Laso, en ausencia de Llull, le falta un base, y eso también es indiscutible. El plazo para fichajes en la Euroliga acaba al final de mes. Cualquier contratiempo posterior será ya irremediable. Lo que no quita para que Prepelic jugara unos muy buenos 13 minutos en una posición que no es la suya. Exhibió virtudes pese a las carencias en la dirección, en el ritmo. Mostró, por ejemplo, su talento para el pase: 4 asistencias. Y añadió 10 puntos. Reemplazó a Campazzo con 26-26 y el equipo se paró, aunque más atrancado estaba el rival, que erró 16 tiros en el segundo cuarto.
Con el esloveno en pista, Ayón empezó a ejercer de base desde el poste mientras frenaba en la zona contraria a Hines. Partidazo del mexicano refrendado por los números: 11 puntos, 6 rebotes, 6 asistencias, 2 robos y 2 tapones. La inteligencia del pívot desahogó a Prepelic, que pudo soltar el balón y recibir liberado para clavar dos triples. Rudy echaba una mano en la primera línea de creación, como se la había echado Causeur al Facu para neutralizar el 7-0 de salida.
La fuerza de la costumbre nos anticipaba temporal nada más alzar el telón, pero el Real respondió bien y rápido. En la reanudación, Tavares se cargaba con la cuarta personal, se sucedían las pérdidas que permitían canastas fáciles del CSKA y Ayón volvía a escena para seguir leyendo el duelo. Ahora, dos pases precisos para sendos cortes de Taylor. Randolph era el estilete en ataque que replicaba a De Colo antes de que el francés cediera el testigo a Higgins, al que Carroll solo vio por el retrovisor. Paradojas del baloncesto, había sujetado mejor a un Clyburn mucho más alto cerca del aro. La mejores acciones de Sergio Rodríguez, que no acaba de sentirse cómodo ante su exequipo, las vimos en el cierre del tercer periodo. Luego, con 77-70 se armó la reacción: Campazzo, Rudy, Taylor, Randolph y Tavares en pista. El Madrid lo tuvo más cerca que nunca, Carroll debió lanzar tres tiros libres para forzar la prórroga; pero volvió a caer en Moscú y van ya diez años y un mes de condena.