Fenerbahçe-Madrid, el mejor partido de Europa, la reedición de la pasada final y un duelo directo por el liderato entre el primero y el segundo. Un clásico moderno que llega con mil alicientes. Dos equipazos reconocibles que han armado proyectos muy sólidos con un papel relevante de sus entrenadores, el maestro Zeljko Obradovic, ganador de nueve Copas de Europa en 27 temporadas, y Pablo Laso, cinco Final Four en las últimas seis campañas y dos títulos en cuatro años.
“¿Come ya en la mesa de Obradovic?”, le preguntaron ayer a Laso, y el técnico vitoriano respondió esto: “No lo sé, alguna vez he comido con él y tenemos una relación especial. Valoro mucho lo que ha hecho en más de 25 años de carrera y estoy muy orgulloso de que me hagáis esta pregunta. Cuando aún era jugador me decía entre risas: ‘Ya entrenarás, pero ahora dedícate a jugar’. Agradezco que ahora hable bien de mí”.
Obradovic lleva seis cursos en Estambul y Laso, ocho en el banquillo blanco. Esa estabilidad se refleja también en las plantillas. Hay dinero para retener a las figuras (Beko, empresa turca de electrodomésticos, es el nuevo patrocinador de los de Estambul) y criterio y previsión para fichar. De los 27 jugadores principales de los dos equipos, 23 se mantienen del año pasado. Apenas dos fichajes por barba, Erick Green (relevo del lesionado Ennis) yLauvergne en el Fener y Prepelic y Deck en el Real. Sobre el papel, el bloque de Obradovic había perdido algo de potencial sin Wanamaker ni Nunnally, pero sobre el parqué está jugando como nunca.
Sloukas, que lo controla todo (11,4 puntos y 15,6 de valoración), ha dado otro paso al frente y Vesely, una zancada gigante con números de MVP: 15 tantos, 5,8 rebotes, 2,8 pases, 1,4 robos y 22,2 de valoración. Lleva un 86% en tiros libres cuando en su carrera no pasa del 59%. Bien como siempre Kalinic y Datome y gran evolución de Guduric, l’enfant terrible de Obradovic. Qué partido.