El de esta tarde no será un Barça-Madrid más, sino el último con Navarro de protagonista. La Bomba anunció su retirada (forzada) el pasado verano y hoy, claro, no jugará, pero pisará el parqué porque el club y la afición azulgrana le rendirán un homenaje obligado 45 minutos antes del partido, que arrancará a las 19:30 horas (#Vamos). “Quizá ha sido el mayor talento de la historia del baloncesto español”, dice Laso.

Será la nota emotiva previa al pulso entre los dos gigantes de nuestra Liga, un duelo revalorizado, con el Madrid en la cima de todo y un Barcelona muy mejorado, que llama otra vez a la puerta de la élite continental tras la enésima reconstrucción (seis caras nuevas). Una batalla por el liderato con ambos igualados en lo alto de la clasificación (8-1). Promedian más de 90 tantos, aunque el Madrid es el que exhibe el ataque más eficiente (más puntos por cada posesión), mientras que el de su rival es el cuarto. En defensa, es al revés, los azulgrana son segundos, solo superados por el Baskonia, y los blancos, terceros.

Llull también es protagonista sin jugar, como Navarro. “Solo tiene un golpe en la rodilla operada, pero lo mejor era que parase. Estamos tranquilos”, explica Laso, que añade: “Seguro que se está cagando en mí porque él quería jugar y se siente bien”. Sin Llull, y sin Thompkins, no inscrito en la ACB porque ya hay dos extracomunitarios: Deck y Ayón, que se encuentra muy recuperado de unas molestias en la espalda. Prepelic volverá a ejercer de base, como en los tres partidos anteriores, para echarle una mano a Campazzo en la escaramuza de directores ante Heurtel y Pangos. Por dentro, un cara a cara gigante, los 2,17 del talentoso Tomic frente a los 2,20 del determinante Tavares, las piezas más valoradas.

“Una victoria nos ayudaría a ganar confianza y seguridad”, reconoce Pesic. Oriola, por su parte, alecciona a los nuevos: “Hoy no hay amigos, el Madrid es el enemigo principal y eso se tiene que mostrar en la pista”. Enfrente, también hay ganas de “reivindicarse”, lo dice Campazzo tras perder en El Pireo. Y mientras, Reyes, a lo suyo. Jugará con 38 años, 8 meses y 9 días. El más veterano en un clásico. Se fue Navarro, nos queda Felipe.

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