Toronto Raptors ha dejado a Philadelphia (7-0) y Milwaukee (6-0) como los únicos dos equipos que aún se mantienen invictos en sus pabellones tras perder contra New Orleans Pelicans (110-126). La última vez que la franquicia de Canadá había doblado la rodilla en casa en Regular Season  fue hace ya siete meses contra Los Angeles Clippers (106-117). Eso sí, si contamos los Playoffs, el margen se reduce un poco: seis meses. Los Cleveland Cavaliers de LeBron James fueron los responsables de esa última derrota en el Scotiabank Arena, de la eliminación raptora en las semifinales de la Conferencia Este y de la reacción en cadena que se produjo a continuación: salida de Dwane Casey del banquillo y traspaso con San Antonio Spurs para traer a Kawhi Leonard al frío y mandar al Texas a todo un histórico de la franquicia, DeMar DeRozan. Pero eso es historia pasada.

Además, los Pelicans infligieron a los Raptors su segunda derrota del curso. Y lo hicieron sin Nikola Mirotic, que sigue fuera por su esguince de tobillo, y con el soberbio cuarteto conformado por Anthony Davis, Jrue Holiday, E'Twaun Moore (geniales sus penetraciones por el centro de la zona) y Julius Randle. Entre los cuatro anotaron el 80% de los puntos de Nueva Orleans (101). Davis y Randle capturaron el 59,2% de los rebotes visitantes (32 de 54). Casi nada. La Ceja firmó una hoja espléndida para que los de Luisiana volvieran a ganar por segunda ocasión esta campaña fuera del Smoothie King Center (la última fue en el partido inaugural frente a Houston Rockets): 25 tantos y 20 rebotes (máximo de la temporada para él). Su presencia en la zona fue determinante. Ni Ibaka ni Siakam ni Valanciunas pudieron parar al ciclón de Chicago.

Las acciones de Anthony Davis

A pesar de esa fuerza, los Raptors llegaron igualados al descanso (61-66) por la aportación de Siakam. El último jugador de la semana en la Conferencia Este no paró el ritmo que le llevó a alcanzar por primera vez en su carrera ese galardón. Si en los últimos cuatro encuentros había promediado 20 puntos, esta noche llegó a los 22, uno más que Ibaka (14 rebotes) y dos por encima de Kawhi Leonard, que en esta ocasión poco pudo hacer para acabar con un rival que dominó la zona (72 puntos en la pintura por 42 de Toronto) y superó el 50% en el lanzamiento. 

El parcial 7-20 (del 83-94 al 90-104) con el que arrancó el último cuarto fue el clavo definitivo en el ataúd para El Norte. Los Pelicans, con este triunfo, vuelven a coger ritmo. Ya son tres triunfos consecutivos después de esa mala racha en la carretera que les condenó a sumar seis derrotas en línea para un total (cinco fuera). Ahora, vuelven a estar por encima del 50% (7-6) y sueñan con recuperar ese espíritu que les hacía temibles al comenzar la temporada. Veremos.