El Bilbao Basket pasó otro verano tormentoso. Entró en concurso de acreedores y tras la caída al infierno de la LEB su futuro pintaba un horizonte plagado de sombras. Pero la masa social seguía respaldando el proyecto. Y este empezó a cobrar forma: Matulionis y Schreiner, dos fichajazos, abrieron la puerta a un equipo formidable. Luego se subió a él, no podía ser de otra manera, Salgado, el eterno. Y apuestas como Larsen y Lammers que no conocía nadie y han resultado ser dos cañones. Mumbrú tiene herramientas para brillar en su estreno en el banquillo. Pieza a pieza, el director deportivo, Rafa Pueyo, fue conformando una plantilla que ha resultado ser, a cierta distancia de la segunda que puede ser el Betis, la más equilibrada y favorita al ascenso. Ahora hay que saber convivir con esa presión. Encima, se lesionó Matulionis y ha llegado, en principio por un mes, Rafa Huertas, algo así como 'Mister LEB', un tipo que anda por la segunda categoría en zapatillas, un Rudy de la segunda división, para que nos entendamos. Luego cayó Sinica. No es que la gente esté llorando por las esquinas, porque ha llegado Demetrio, en este caso hasta final de temporada; la guinda que faltaba al pastel, lo que vulgarmente se dice un 'Carpanta del rebote', una vieja aspiración que se trató de reclutar en verano pero no fue posible. Tuvo una oferta para irse al Torino, la aceptó y acabó rescindiendo su compromiso. Y ya se sabe que la vía Turín-Bilbao trae buenos recuerdos: de allí vino Kopicki.

Pueyo anduvo listo y en cuanto se puso a tiro, le echó la caña y lo pescó. "Siempre ha estado en nuestra mente. En verano hubo contactos, pero tuvo una oferta para irse a Italia. Habíamos preguntado por su situación. Nos puede aportar muchas cosas en el juego. Tiene envergadura, juega sin balón, corre, aporta en defensa y sube el nivel desde el punto de vista físico", explica el director deportivo de los 'hombres de negro'.

Jugador de pocas palabras, tímido, Leo logró el pasaporte italiano en marzo y maneja tópicos para no pringarse mucho. "La LEB es muy dura, vamos a encarar cada partido como si fuese una final. Fui a conocer otro mercado, pero ahora ha surgido esta oportunidad y estoy muy contento, la meta es ascender", proclama. Conocía a Huertas y Cruz de haberse enfrentado a ambos cuando estaba en el Breogán. Antes pasó por el Lleida. "Me gusta el jugar físico, la intensidad, atacar los rebotes... quiero seguir evolucionando". De hecho, aterrizó en España en las filas del Fuenlabrada (equipo que tradicionalmente surte a muchos clubes de LEB Oro) y llegó a jugar tres partidos en ACB, su verdadero sueño, en la temporada 2015-16: seis minutos contra el Madrid, en los que falló tres tiros y cogió cuatro rebotes, y dos de playoff ante el Barça, en los que hizo una canasta de dos y otra de tres. En total 23 minutos. La puesta de largo ha estado acompañada con la presentación de un nuevo patrocinador, que luce en la parte trasera del pantalón: Euskaltax, firma dedicada al asesoramiento tributario y mercantil, radicada en Bilbao, que trata de "trasladar parte de nuestros valores a la sociedad impulsando proyectos que puedan tener impacto en la misma".