Gian Clavell no había arrancado bien la Liga Endesa. En los tres partidos que se habían disputado hasta la fecha, el puertorriqueño promediaba unos falsos 13 puntos por ese 9 de 30 desde el perímetro. Se le notaba ansioso. Caótico en la pista. No se entendía con su sombra. Ni con el aro rival. Y el runrún sobre su figura crecía en decibelios... pero este sábado llegó el Iberostar Tenerife y el escolta resucitó. Dio la segunda victoria al Estudiantes esta temporada (73-81) con su mejor encuentro como colegial: 25 puntos con un 4 de 4 para enmarcar desde el triple en la primera parte que se convirtió en un 5 de 9 al final. Sin embargo, lo más importante (aunque lo es y mucho) no fue simplemente su anotación, sino su paciencia para encontrar el lanzamiento correcto, para ubicar a sus compañeros y pasar el balón. No era él contra el mundo en esta ocasión. Y los estudiantiles lo agradecieron. Sin ansia, su mejor versión, la que se espera en el Ramiro, refulgió con luz propia.

Aunque no fue nada sencilla la victoria para el Movistar. Canarias siempre es un territorio muy hostil y el Iberostar, un rival muy duro. La semilla que plantó Vidorreta hace dos temporadas se ha convertido en una planta alta y vigorosa. No defraudó el Tenerife de arranque. Con solo una derrota en cuatro partidos, los isleños realizaron una gran labor de zafadores: 4 de 7 desde el perímetro con McFadden desatado cuando Cook no era su sombra. El de Flint era el segundo máximo anotador de la ACB antes de iniciar el duelo y tras él y con 18 puntos asaltará la primera posición que ocupaba uno de sus rivales hoy, Darío Brizuela (9 tantos). 

El cuarto triple sin falló de Clavell ya en el segundo cuarto (24-24) dio paso al descalabro estudiantil. Erró siete tiros de tres consecutivos y McFadden lideró un parcial 13-0 en poco más de cuatro minutos. Las sensaciones no eran las mejores en los visitantes que se tropezaban con sus cordones en ataque y los locales se iban al descanso con un cómodo colchón de 8 puntos (39-30).

Pero el Estu resurgió y dio una brillante imagen. Primero de la mano de Brizuela. Luego de Vicedo y Arteaga. Y finalmente de Clavell y de un Caner-Medley, que volvió a ser una roca en el rebote (9). Si los colegiales solo habían anotado 30 tantos en 20 minutos, en los siguientes 20 se desmelenaron: 51 tantos que fueron desanimando al Iberostar, que solo contaba con Iverson (11) y chispazos de McFadden. Abromaitis desapareció tras los cinco puntos que anotó al inicio del duelo y Beirán iba y venía del duelo. Un caos que supo gestionar Berrocal con el quinteto Cook, Clavell, Vicedo, Caner-Medley y Arteaga en cancha. 

Cook puso el +8 nada más arrancar el último acto (52-60) y cuando todo se volvía negro embocó un triple fundamental (70-74). Un dos más uno de Clavell (71-77), que sumó diez tantos en el cuarto periodo, sentenció el duelo. Segundo triunfo para los colegiales, que se encontraron tras mucho tiempo entre tinieblas. ¿Cuánto durará?