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CAFÉS CANDELAS BREOGÁN-MOVISTAR ESTUDIANTES

El Breogán no encuentra rival en el Movistar Estudiantes

Lugo disfrutó de una victoria en Liga Endesa doce años después. Los colegiales no dieron nunca la sensación de poder llevar el encuentro.

Jerome Jordan realiza un mate ante la mirada de Nikola Jankovic.
Jerome Jordan realiza un mate ante la mirada de Nikola Jankovic.ACB Photo

El Pazo de Lugo disfrutó doce años después (4.543 días exactamente) de su primer partido en Liga Endesa tras tener que aplazar el encuentro frente al Divina Joventut por problemas con los marcadores. Y también de su primera victoria. Fue ante un inofensivo e inestable Movistar Estudiantes, que solo supo sobrevivir en Lugo. Nunca dio la sensación de poder doblegar a un rival que llegaba tras dos derrotas en Canarias y con la enfermería colapsada (Norel, Brown, Uriz, Arco...). Y eso que los lucenses intentaron con mucha fuerza que los colegiales se llevaran su segundo triunfo del curso. Pero las ganas (que son un mundo cuando compites contra un rival directo) y unos espléndidos Redivo (15 tantos y 13 de valoración), Jordan (17 puntos y 5 rebotes) y el exestudiantil Cvetkovic (16 puntos y 25 de valoración) hicieron que la lógica se impusiera en Galicia.   

La iniciativa le duró poco al Estudiantes. Con Brizuela como titular y Jankovic correcto en la zona, los colegiales disfrutaron en la cima del marcador durante cinco minutos (8-9). Fue un falso inicio. Cvetkovic desde el perímetro (sus primeros meses de competición son una gloria), y Sulejmanovic, en todos lados (ocho puntos en cuatro minutos), dieron la primera gran renta al Breogán (21-11). La presencia de Jerome Jordan ofrecía todo el espacio libre a sus compañeros para que lanzaran liberados y el 2 de 8 de tres de los colegiales hacía el resto.

El Cafés Candelas decidió dar emoción al asunto: perdía todo balón que llegaba a sus manos cuando el segundo periodo amanecía y Clavell encontraba la parte buena del aro. El puertorriqueño tuvo dos momentos de lucidez en su continúa locura sin sentido (tirar mucho y mal, y el balón es solo para él), y junto a Jankovic, permitió la última ventaja a los estudiantiles (34-35). Sin Arteaga (dos faltas en cuatro minutos), Jordan solo se las tenía que ver con el pívot serbio. ¡Y qué duelo! El jamaicano logró ocho tantos casi seguidos, mientras que el balcánico conseguía lo que parecía un imposible: que los de Berrocal continuaran vivos al llegar al descanso, a pesar de recibir 44 puntos (44-41).

El Breogán no mataba el duelo y los madrileños se colgaban a él a espasmos. Empujones de Brizuela, un guerrero Caner-Medley y Clavell. La salida por tres faltas de Jordan también les enviaba un salvavidas que su intensidad en defensa se empeñaba en pinchar. Una y otra vez, los gallegos encontraban el camino más fácil al aro rival por las desconexiones puntuales y las eternas malas transiciones hacia atrás. Por fuera (7 de 15 en triples) y por dentro (30 puntos en la pintura), los gallegos mantenían las distancias (65-60).

Y cuando te empeñas en desfilar por una cuerda a 100 metros del suelo sin entrenar, siempre te caes. El Cafés Candelas logró solo tres tantos en los primeros cinco minutos del último periodo, pero el Movistar ni le rozaba y llegó Redivo (+23 con él en pista) con su martillo: siete puntos casi seguidos (77-67) que certificaron la primera gran alegría de una ciudad ACB.