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FINAL MUNDIAL | EE UU-AUSTRALIA

Un tsunami, Estados Unidos, contra un volcán, Cambage

Australia, con todo en contra, ante la gran favorita del Mundial. Estados Unidos pelea por su décimo título y las Opals, por el segundo.

Tenerife
Un tsunami, Estados Unidos, contra un volcán, Cambage
JAVIER SORIANOAFP

“40 minutos de corazón”. Con lágrimas en los ojos después de sus desencuentros con la afición de Tenerife, la ciclotímica Cambage, a la que detrás de esos 2,03 metros de altura y sus impostados gestos provocativos de autores se le adivina una sensibilidad especial, intentaba dar una especie de fórmula mágica para evitar lo inevitable: que Estados Unidos levante hoy su décimo Mundial y acabe la misión para la que aterrizó hace dos semanas en Tenerife: recoger el tesoro y salir de la isla, de la que saldrá pensando en otra, Japón 2020.

Para empezar, Estados Unidos tiene anti-Cambage. Seguramente por eso Dawn Staley esperó para incluir a Brittney Griner en su roster final del campeonato. Y por si la pívot de los Mercury se carga de faltas, Elena Delle Done. Parece difícil que Cambage ejerza el mismo dominio que hasta ahora en el campeonato. Que llevase a Australia al Mundal le convertiría algo así como en un icono en su país. Su liderazgo es indiscutible. La carantoña de Sandy Brondello en la rueda de prensa cuando estuvo a punto de las lágrimas es la mejor señal del carisma que ha adquirido en el equipo.

Pero el partido no es Cambage contra el mundo sino Cambage contra las mejores del mundo. Entre ellas, la increíble Breanna Stewart, prototipo de jugadora moderna que ha sido capaz e oscurecer durante el torneo incluso a leyendas como Taurasi o Sue Bird. Los números de Australia, no obstante, sí le hacen cierta sombra a Estados Unidos. Gracias a Cambage tiene mejor porcentaje en tiros de dos (53,6 por 52,4) y ha cogido los mismos rebotes. Todos los precedentes en Mundial favorecen a Estados Unidos. FIBA, que de momento ha acertado todos sus pronósticos, predijo una final Estados Unidos-Australia. Algo muy raro tiene que pasar, una erupción terciaria del volcán Cambage, o clavará su apuesta.