El gran golpe de Laura Nicholls: "Si me desmayo, me desmayo"
Mondelo desveló que Nicholls pudo dejar el partido en el descanso por un golpe que le dejó conmocionada pero decidió seguir.
"Si me desmayo, me desmayo". Lucas Mondelo es un entrenador con querencia a contar en las ruedas de prensa ciertas interioridades de vestuario. No con ánimo ventajista, sino reivindicador. A Mondelo, nacido en Barcelona, le gusta que se sepan todos los esfuerzos que están haciendo sus chicas para llegar a cotas que jamás pensó el baloncesto español.
"Si me desmayo, me desmayo" fue lo que dijo Laura Nicholls en el vestuario durante el descanso del Canadá-España. La cántabra había recibido un golpe en la cabeza en una de las muchas batallas que le gusta mantener dentro de la zona y había quedado conmocionada. Tal vez llevada por ese espíritu de Corocotta del que habló en su entrevista a As esta semana, entendió que no hacía nada viendo en la televisión de un vestuario cómo sus compañeras se jugaban el tipo y algo más (ver acción de Queralt Casas) mientras ella esperaba ahí dentro. Por eso salió y jugó un papel determinante en la segunda parte.
Laura Nicholls es un saco de recibir golpes. También de darlos, pero en este campeonato le ha tocado recibir mucho, especialmente de la durísima puertorriqueña Yolanda Jones, que le cargó con todo el cuerpo a la boca del estómago en el partido de la primera fase y obligó a que Nicholls fuese revisada por los doctores. Lo mismo que ayer.
Y atención a lo que viene hoy: Liz Cambage, un armario que le saca 13 centímetros y que llega con mucho más aire que la cántabra. Nicholls es la jugadora que más minutos ha disputado con la Selección en el Mundial. Está casi 31 minutos sobre la cancha pero está dispuesta a dejarse lo que le queda: "Si me desmayo, me desmayo".