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FINALES NBA

Cleveland: hogar de Superman, el 'Rock and Roll' y las chucherías

Una ciudad con poca atracción para el turismo, C-Town esconde rincones curiosos e hitos de la cultura estaodunidense.

ClevelandActualizado a
Cleveland: hogar de Superman, el 'Rock and Roll' y las chucherías

A Cleveland, a su gente, le gusta referirse a la ciudad como C-Town. Hay nombres más floridos para referirse a ella, de Forest Town a ‘la capital mundial del Rock and Roll’, pero en el resto del país se utiliza mucho más aquello de The Mistake By The Lake, el error junto al lago, en referencia el enorme Lago Erie que hace de frontera norte para una ciudad atravesada por el suroeste por el río Cuyahoga, que ha ardido por culpa de la polución más de una decena de veces, la más recordada en 1969.

Cleveland, para muchas cosas uno de esos lugares en ninguna parte dentro de un país gigantesco y tan regido por lo que sucede en sus dos costas, Este y Oeste, late al ritmo de LeBron James, la fuerza motriz que a devuelto la relevancia para lo bueno y para lo malo: el fatalismo y las bromas cuando se fue a Miami, el impulso optimista cuando regresó en 2014 y, por supuesto, el anillo de 2016, su inolvidable “Cleveland, this is for you” todavía en la pista del Oracle Arena y el primer título profesional para la ciudad en 52 años.

Cleveland, desde luego, no es ni un gran destino turístico ni un lugar donde se acumulan las cosas que hacer. Tiene su idiosincrasia, muy americana y frontalmente distinta a la de California, un contraste en el trasvase desde San Francisco de ya cuatro Finales de la NBA consecutivas. Pero tiene sus lugares, sus historias y sus curiosidades. Estas son algunas:

La ciudad donde nació Superman

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HECTOR RETAMALAFP

Da para chistes fáciles con LeBron James, claro. Pero mucho antes de que este viniera al mundo en Akron, en el mismo hospital en el que nació Stephen Curry, la leyenda de Superman, el arquetipo de la cultura del cómic y un icono primero americano y después mundial, nació en Glenville, al este de Cleveland.

En el 10622 de Kimberly Ave, cuidadas flores acompañan a un gran logo de Superman y una placa que recuerda que allí ideó al personaje el guionista Jerry Siegel, hijo de inmigrantes judíos que avanzó con el proyecto en el instituto, junto al dibujante Joe Shuster. Su primer Superman era un villano al estilo Lex Luthor, después némesis del héroe, y murió sin despertar interés de ninguna publicación hasta que en 1938, Detective Comics (luego DC) compró por 130 dólares los derechos sobre el personaje. Siegel y Shuster no recibieron royalties ni beneficios hasta que en 1975 los tribunales les dieron derecho a 20.000 dólares anuales para el resto de sus vidas. Además del “este es el lugar donde nació Superman” de esa casa en Glenville, la ciudad sigue discutiendo la construcción de una enorme estatua, que lleva años ideada por David Deming y con un presupuesto de más de 4 millones de dólares: un enorme Superman de más de tres metros, volando hasta una altura de once y sujetado por una estructura de acero. Iba a estar junto al Lago Erie y el Museo del Rock and Roll, pero su construcción sigue paralizada. El 18 de abril, fecha de la aparición del primer número (1938) fue declarado por el alcalde Frank Jacksonn como día de Superman en la ciudad.

El Museo del Rock and Roll

Uno de los lugares más visitados de una ciudad que presume de influencia en la historia de la música popular. Junto al omnipresente Lago Erie, el Museo del Rock and Roll es un enorme repaso a la historia de este género, con espíritu divulgativo, exposiciones interactivas, performances y todo tipo de recuerdos y homenajes a los grandes de la historia del Rock.

Cleveland ganó en 1986 una encuesta de USA Today y se convirtió en la sede de este museo, inaugurado en 1995, por su indiscutible pedigrí: un locutor de la ciudad, Alan Freed, fue el primero en usar (en 1951) el término Rock and Roll en su emisora local, WJW, y el primero en organizar un concierto de este género como tal, que acabó con incidentes por exceso de aforo (fueron más de 20.000) que acabó en las noticias de todo el país en 1952. Más de diez millones de personas han pasado ya por un centro que se ha expandido al downtown, donde ha abierto una biblioteca donde se almacenan libros y archivos relacionados con la historia del Rock and Roll.

El Hall of Fame de la NFL

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GARY HARWOODREUTERS

Un epicentro de la cultura estadounidense, en la localidad de Canton se levanta la sede del Hall of Fame de la NFL, que incluye ya a 318 históricos del football profesional, el gran deporte del país, y que sigue sumando nombres a un ritmo de entre cuatro y ocho al año. Los visitantes pueden visitar una tienda gigantesca, diseñar su propio anillo de campeones y empaparse en un viaje profundísimo por la historia de la NFL, que nació en 1920 en Canton como American Professional Football Association y que tuvo como uno de sus primeros equipos de referencia a los ya extintos Canton Bulldogs.

Desde su apertura en 1963 con 1.800 metros cuadrados, ha ido sufriendo mejoras y ampliaciones hasta sus más de 11.000 metros cuadrados actuales, que incluyen después de unas obras de más de 9 millones (en los noventa), el GameDay Stadium, una sala de proyecciones con una pantalla de 13x6 metros. La siguiente ampliación, ya está prevista para 2020, cuando la liga cumplirá 100 millones, con una inversión prevista de más de 800 millones. Se trata de un gigantesco proyecto de Johnson Controls para crear una ciudad inteligente que entrará de lleno en los terrenos de la realidad virtual y las experiencias interactivas de nueva generación. Su impacto está estimado en más de 15.000 millones de dólares en los primeros 25 años después de su inauguración.

La mayor tienda de chucherías de América

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Hacia el Oeste, ya entre las arboledas que anuncian el adiós al downtown, está B.A. Sweeties, la autodenominado “tienda de chucherías más grande de América”. Entre estatuas con forma de piruleta gigante y más allá de un camión Ford de reparto de chucherías de 1932 restaurado, se levantan 3.716 metros cuadrados dedicados solo a los productos dulces, con un inventario de más de 3 millones de dólares, más de 800 enormes contenedores agrupados en pasillos que superan los diez metros y, por ejemplo, 300 tipos de refrescos carbonatados y caramelos de décadas atrás que ya solo se pueden conseguir allí.

El dueño Thomas Scheiman decidió dejar de abrir pequeñas tiendas y concentrar su negocio en un enorme centro que ocupa un terreno valorado en ya en 3,5 millones, que empezó con 4 empleados y tiene 58 y que ha ampliado sus instalaciones para convertirlo en un destino familiar con mini golf (también adornado con piruletas gigantes), un estanque, un restaurante…

Una casa de película navideña

La película A Christmas Story (en España ‘Historias de Navidad’, estrenada en 1983), narra la historia de un niño que, en los años cuarenta, quiere un rifle de aire comprimido como regalo de Navidad y es uno de los grandes clásicos americanos de esas fechas familiares: no solo se emite todos los años sino que desde 1997, TNT hace un maratón de 24 horas con doce proyecciones seguidas de una película cuya familia protagonista, los Parker, vivía en una casa cuya localización real está en el barrio de Tremont, en Cleveland.

Hoy el edificio (que en la película se sitúa en Hohman, Indiana), una casa colonial de 1895 totalmente adecuada a la imagen de la película, ejerce de casa museo con tienda de regalos y visitas guiadas los 365 días del año. Fue una idea del empresario Brian M. Jones, natural de San Diego y que compró la casa 21 años después del estreno de la película, en 2004, a través de eBay y por 150.000 dólares. Se gastó 240.000 en la reforma y creó una réplica perfecta del hogar de la película que abrió sus puertas en 2006 y que recibió a 4.300 visitantes en su primer fin de semana.