Catarata de despidos con los empleados del Bilbao Basket
El arranque del proceso preconcursal se lleva por delante a 16 trabajadores. Se quedarán dos para el trabajo administrativo. Cinco jugadores y dos técnicos, también liquidados.
La puesta en marcha del preconcurso de acreedores en el Bilbao Basket tuvo ayer su primer episodio, un pasaje esperado pero no por ello menos doloroso: a 16 empleados de la entidad se les notificó el despido fulminante. El personal de oficina fue el primero en recibir el mazazo y más tarde llegó la mala noticia al relacionado con el día a día del equipo. Hay casos que envuelven una gran tristeza, como el de Álvaro-Gómez-Rubiera, un preparador físico que ha vivido la trayectoria completa del equipo, o Josean Betolaza, sempiterno fisio. En realidad todos los que forman parte de la familia del Bilbao Basket han arropado al club calladamente incluso sin cobrar. Una consultora externa está llevando a cabo estos trámites, ya que el consejo de administración prácticamente también está finiquitado. A los jugadores Vucetic y Mendia, con contrato laboral no profesional, también se les comunicó el despedido.
Algunos de los afectados tratarán de vivir de una labor que tenían aparcada para centrarse en la ACB y otros se encuentran en la calle y sin propuestas a la vista. Tan solo permanecen dos empleados, para llevar a cabo el duro trabajo administrativo. El club toma esta medida para limpiar toda la estructura y tratar de hacerla viable, y los implicados podrán ahora solicitar la prestación por desempleo. Eso sí, pesan denuncias por impagos en el caso de muchos de los implicados y posiblemente se planteen otras por despido improcedente, aunque la historia en otros clubes (léase Valladolid, como ejemplo) señalan que poco se puede rascar a entidades de este tipo declaradas en quiebra. Está por ver si habrá readmisiones, al menos de alguno de ellos, esta temporada o en venideras si al fin las cuentas quedan saneadas.
En lo que va de año, la plantilla solo ha cobrado una mensualidad. Ahora se liquidará a los técnicos (Lakovic y Ramírez tienen un año más, y Mumbrú acordó en 2017 cuatro campañas en la parcela técnica) y los jugadores (están con contrato en vigor Hammink, Redivo, Todorovic, Tomàs y Rebic, aunque la mayoría con cláusulas de rescisión asequibles, y con Tabu hay opción de corte). Mikel Torre, responsable de la cantera, tendrá cabida a través de la Fundación, como Sergio Sánchez. El director general Diego Sáenz, presentó su dimisión tiempo atrás y la entidad de Miribilla ya tenía claro que no continuaría. El club sigue convencido de que puede sacar un proyecto en la LEB, bajo mínimos, con otra gestión y ya hay movimientos en Bizkaia para interesarse por estas medidas y cómo quedará la nave. Lo más preocupante es la deuda con Hacienda, en torno a los 3,5 millones, avalada en su día por Dominion. Con los 400.000 euros del fondo de descenso poco se podrá hacer, ya que ACB y la Asociación de Entrenadores reclamarán lo que se denuncie y se tenga que entregar del fondo de garantía salarial a jugadores y técnicos. Mientras, el consejo ha optado por la callada por respuesta, pese a la inquietud de la masa social con las drásticas medidas que se están tomando. Años atrás pidieron a la gente apoyo, sacrificio, y se lo agradecieron, pero ahora les mantienen entre sombras de la incertidumbre.