El camino hasta la Décima: 5 momentos de un año inolvidable
Repasamos la temporada europea del Real Madrid. Del aciago encuentro ante el CSKA en el regreso del Chacho a Madrid a la fiesta tras eliminar al PAO.
El Real Madrid ganó anoche en el Stark Arena de Belgrado su Décima Euroliga. La primera Copa de Europa conseguida fuera de España desde 1980. La segunda de la era Laso, el hombre que ha reconciliado al club con su historia. El equipo más laureado del Viejo continente. Rey de reyes. La temporada no ha concluido aún (quedan los playoffs de la Liga Endesa), pero la victoria en la final ante el Fenerbahçe supone el broche de oro a un curso complicadísimo en el que las lesiones no dejaron de sucederse: Llull, Kuzmic, Randolph, Ayón, Campazzo…
Fortalecidos como bloque, los jugadores, Pablo Laso, sus ayudantes, cuerpo médico y demás personal han ido superando toda adversidad hasta volver a ser campeones de Europa tres años después de conseguirlo en Madrid. La Décima es la meta. El objetivo cumplido. Pero para llegar a ella se transitó por un sendero que a continuación repasamos. Cinco momentos para resumir una campaña europea histórica. Inolvidable.
El regreso del Chacho salió caro
‘El partidazo sale caro’, tituló Ricardo González. Era solo la segunda jornada de una liga regular de 30. Pero un partido muy especial, el primero de Sergio Rodríguez en el Palacio (WiZink Center) desde que en el verano de 2016 decidiera regresar a la NBA. No lo hizo vistiendo de blanco, sino con el rojo y azul del CSKA. Un duelo especial por el significado de la vuelta del Chacho (aplaudido en la presentación y silbado sobre el parqué). Y un partidazo en el que el Madrid demostró su carácter, el de un campeón, para neutralizar con un gran último cuarto la reacción moscovita. La energía e intensidad de Rudy y Campazzo, la clase de Doncic, el trabajo de Reyes y la labor como ‘cuatro’ de un Maciulis que ya no está pero que forma parte de este éxito. Todos ellos dieron un paso al frente en una noche en la que Kuzmic se rompió el cruzado anterior de la rodilla izquierda y Randolph también cayó (hombro derecho). Comenzaba una plaga de bajas que en realidad empezó una noche veraniega de agosto con el desgarrador grito de dolor de Sergio Llull.
Doncic se sale ante el Barcelona
Después de un muy buen inicio (cuatro victorias seguidas) el Madrid recibió al Barcelona en el Clásico europeo de mediados de diciembre con balance negativo tras haber perdido en seis de las siete jornadas previas. La victoria era vital. Un excelso tercer cuarto evitó el sufrimiento en una noche en la que hasta seis blancos anotaron en dobles figuras. Destacó un inmenso Felipe Reyes y sobresalió un estelar Luka Doncic. El esloveno hizo de todo hasta llegar a 26 créditos de valoración y dejó varias juagadas para la galería. Entre ellos un triple desde 24 metros cuando sobre la bocina del tercer acto.
Golpe en la casa de Obradovic
Acosados por las bajas —Rudy se unió al grupo de caídos— y con un Tavares que estaba haciendo pupa hasta ser expulsado antes del descanso, los de Laso dieron un golpe de autoridad en el último partido europeo de 2017. Nada más y nada menos que en la pista del Fenerbahçe, el vigente campeón. El equipo de Zeljko Obradovic. Remontaron una desventaja inicial de 11 puntos en una demostración de garra y orgullo que suponía elevar la racha positiva de entonces a cuatro triunfos seguidos. Todo con un descomunal Luka Doncic dirigiendo la orquesta. Le faltaron dos rebotes para el triple-doble: 20+8+10. 37 de valoración en Estambul todavía con 18 años.
Una victoria intrascendente
Sellado el pase para el playoff, el objetivo era afrontarlo con el factor cancha a favor. Se peleó hasta el último día, pero una carambola con los dos griegos dejó al Real quinto. El Panathinaikos de Pascual sería el rival por entrar en la Final Four y los dos primeros envites se jugarían en el infernal OAKA. No hubo celebración en un Palacio al que el triunfo del Zalgiris en la prórroga ante el Olympicaos en Atenas había dejado helado. “El partido ha perdido toda su importancia”, admitía Laso minutos antes de medirse al Brose. Tras una igualada primera parte, los blancos pasaron por encima del Brose en la segunda parte. Un enorme Anthony Randolph y un certero Carroll sellaron la fase regular con un triunfo.
Levantarse en Atenas y el regreso de Llull
Un 20-0 de salida desembocó en la segunda derrota más abultada de la era Laso. El Panathinaikos de Calathes y Mike James pasó por encima del Madrid (95-67) en el primer encuentro de la serie. Y lo pero era que aún había que disputar un segundo antes de regresar a la capital de España. Días después conocimos que la plantilla se reunió para remar todos a una. Una conjura que tuvo un efecto inmediato. Un gran tercer cuarto (otro más) sirvió de acicate. Carroll y Reyes, la viaja guardia pusieron el 1-1. Aunque lo mejor estaba por llegar. La semana siguiente, tras ocho meses y medio, Llull regresó para un tercer duelo que tuvo que adelantar su horario para no coincidir con las semifinales de Champions. El Palacio vibró con su ídolo, quien puso su broche personal en el último cuarto. Carroll remató el 2-1. Faltaba la guinda, la cual llegó 48 horas después. Ayón, Reyes, Doncic, Llull y otra vez Jaycee. Se sufrió más de lo esperado, pero se obtuvo el pasaje para la Final Four. Fiesta por todo lo alto en el Palacio. Con Felipe micrófono en mano. La antesala de lo que llegaría tres semanas después en la Ciudad blanca, Belgrado.