Mumbrú cierra el domingo su etapa en Miribilla. A partir de ahí le quedará el partido de Burgos para acabar una carrera con una medalla de oro mundial y un subcampeonato olímpico. El capitán del Bilbao Basket hizo balance hoy de cara a la opinión pública de lo bueno y lo malo de estos años en la ciudad del Guggenheim.

Han pasado dos días desde el descenso matemático. Toca ir asumiendo la situación ¿Cómo están?

A veces la vida viene como viene; el deporte es así, hemos competido los dos últimos partidos y hemos tenido mala suerte, pero el descenso no está ahí sino en el cúmulo de toda una temporada. Hay que asimilarlo lo antes posible y acabar bien. Tenemos una despedida en Miribilla el domingo ante el Murcia.

¿Cómo se imagina ese partido?

Será especial, mi último partido en el Bilbao Basket en Miribilla. Es algo bonito cuando estás en un club muchos años y acabas tu carrera en él, con la gente que me lleva viendo durante mucho tiempo.

¡Cualquiera se lo imaginaba, con el equipo descendido!

Ya dije a principios de temporada que la decisión estaba tomada y era inútil alargarlo. Pensaba que era mejor decirlo al principio que al final, porque lo sentía. Quería una buena temporada pero no ha sido así. La decisión estaba tomada y no hay vuelta atrás.

El balance, de todos modos, ¿lo considera positivo?

Sí, mucho, si no no habría estado tantos años aquí. Hemos jugado finales, la Euroliga… muchas cosas bonitas enganchar a mucha gente, a una ciudad, a toda Bizkaia, que la gente viniera a llenar el pabellón, que viva una gran comunión, que todo el mundo entendiera que el Bilbao Basket no es sólo unos jugadores o un club sino mucho más. Estoy orgulloso de haber formado parte de esto durante nueve años.

Su carrera se compone de más cosas…

Sí, he tenido una en la que me ha tocado vivir lo mejor y también lo peor. Es una pena que lo peor haya llegado al final. Las cosas vienen así, es ley de vida.

¿Qué le atraído para echar tanto tiempo en Bilbao? ¿Qué le ha dado este club?

Es muy especial, muy familiar cercano, al final es inevitable engancharte a una ciudad así, el día a día. Miribilla… un pabellón lleno todos los días, la gente cercana, nunca con una mala palabra y máximo respeto, que forma parte de nuestras vidas, son muchos sentimientos que se juntan para estar muchos años aquí.

¿Declina que le hagan un homenaje?

Se lo agradezco al club, pero no es momento con un descenso para hacer nada individual sino para un sentir general, por encima de cualquier persona. No era momento para hacerlo, mejor que se juegue un partido más, que la gente sepa asimilar lo que viene, pero no pensar en homenajes.

¿Qué futuro dibuja? ¿Halagüeño?

Llevamos una mochila importante atrás de cosas que han ido pasando los últimos años. A veces tiene que haber un punto en el que todo se vuelva a reestructurar. Quiero pensar que es un punto y seguido, ya sea en LEB o si hay una oportunidad en ACB, a volver a crecer desde la humildad y seguir para adelante como sea.

¿Dónde o cómo se ve?

Aún no ha acabado esto, quedan dos partidos. Me he sacado los títulos y me gustaría entrenar, me encanta estar en la pista, veremos lo que hay, ahora es momento de estar todos juntos y arrimar el hombro en una situación delicada como ahora, estoy aquí para lo que sea.

La gente se expresará el domingo…

Están en todo su derecho de hacerlo, hemos dado todo lo que hemos tenido sin llegar a los objetivos y cuando das todo lo que puedes y la suerte no te acompaña, no hay mucho que reprochar. La gente podrá hacer lo que crea, es su equipo y seguro que tiene sentimientos encontrados.

¿Han hablado con los consejeros?

No, los primeros días hay que asimilar la derrota. Nuestra vida, la de los jugadores, cambia dependiendo de lo que pase el domingo: si ganas es feliz con tu familia y si no estás hundido el fin de semana. Se veía venir y no es lo mismo estar preparado para lo que pase a que realmente te venga, hay que esperar a ver qué sucede.

¿Qué cambiaría de su etapa aquí para no llegar a esta fatalidad?

Buscar culpables o qué se hizo mal es hurgar en lo malo que ha habido y lo que hay que hacer es pensar en el futuro, utilizar el presente para cambiarlo. Hay que movilizarse en el presente y pensar en lo que viene.

Las opciones son pocas: ACB, LEB o desaparición.

Conozco la situación por partes, sé lo que vivimos nosotros, quien lo tiene que decidir es el consejo. Lo que tengo claro es que Bilbao y Miribilla no pueden estar sin baloncesto. El resto tiene que partir de ahí.