Un quinteto nuevo para el Barça
Después de una temporada de más a menos y cerrada sin títulos, el Barcelona ha realizado cinco fichajes. Además, uno por cada posición.
Cuando las cosas no salen bien en los clubes de exigencia máxima, hay consecuencias: cambios. Y eso es lo que ha pasado en un Barcelona que busca una identidad que tiene que reconstruir, nueva. Hace un año, se metió en la batidora después de la derrota en la Final Four 2023, en Kaunas. Una semifinal maldita contra un Real Madrid que llegaba sin el cartel de favorito y salió como campeón. Ese shock, otro patinazo en la eterna búsqueda de la tercera Euroliga (y parecía el año) que no borró (no del todo) la Liga Endesa que llegó después, maridó con la crisis económica del club. La decepción y la tijera se dieron la mano y salieron, y no sin líos y un buen puñado de titulares, Sarunas Jasikevicius, Nikola Mirotic y Cory Higgins.
El Barça redujo presupuesto y cambió de perfil. Puso el equipo en manos de Roger Grimau, de la casa pero inexperto. Apostó fuerte por Willy Hernangómez y llegaron Joel Parra, Darío Brizuela y Jabari Parker. El equipo bajó un peldaño en el escalafón de los favoritos, sobre todo en Euroliga, y se metió en un tramo de incertidumbre del que salió sin títulos y con sensación de haber ido de más a menos, de la esperanza a la decepción. Ni Copa, ni Final Four de la Euroliga ni final de la ACB. Grimau no resistió y la planificación se metió, otra vez, en la batidora.
Los cambios han sido profundos. Joan Peñarroya es el nuevo entrenador para una plantilla de la que se han ido Paulí, Kalinic, Da Silva, Jokubaitis, Nnaji y un Ricky Rubio cuya llegada a mitad de la temporada pasada no solucionó ningún problema ni dio ningún empujón. Y han llegado cinco fichajes: Juan Núñez, Kevin Punter, Justin Anderson, Chimezie Metu y Youssoupha Fall.
De los diez jugadores con más minutos en la pasada Euroliga, han salido cuatro (Kalinic, Ricky, Jokubaitis y Da Silva). Así que la transformación es muy importante. El estilo va a cambiar, con nuevo entrenador, y la rotación va a ser distinta. Tanto que el Barça podrá tener en pista un quinteto totalmente nuevo poque ha fichado un jugador por puesto: base (Núñez), escolta (Punter), alero (Anderson), Metu (ala-pívot/pívot) y Fall (pívot).
Siguen jugadores fundamentales como Satoransky, Laprovittola, Abrines, Jabari Parker y Vesely, además de fichajes del curso pasado de los que se espera más con la llegada de Peñarroya (Brizuela, Parra y, sobre todo, Hernangómez). Además, puede tener minutos el joven Dame Sarr. Así que el Barça será un absolutamente cambiado con una rotación principal muy cambiada. El objetivo, parar una inercia que parecía claramente negativa y no pasar un año más sin títulos. Esta podría partir de un quinteto con Satoransky, Punter, Anderson, Parker y Vesely con una segunda unidad formada por Núñez, Laprovittola, Abrines, Metu y Hernangómez y relevos como Brizuela y Parra. Un equipo profundo y con muchas posibilidades.
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