Sexta Final Four de la Euroliga en ocho años para el Real Madrid, la prueba de que el equipo ha vuelto definitivamente a la élite europea, especialmente desde que Pablo Laso se puso al mando en 2011, justo después de una Final Four del Sant Jordi en la que Lele Molin ejerció de interino tras la tumultuosa salida de Ettore Messina. Después de perder dos finales en Londres y Milán, el Madrid tocó el cielo en su pista, en 2015 y con su primer título desde 1995, en Zaragoza. En Belgrado buscará ser campeón fuera de suelo español por primera vez desde 1980, en Berlín.

La pasada temporada, el Fenerbahçe pudo con los blancos en su cubil de Estambul. El Real Madrid acabó cuarto y este año regresa después de sacar un billete que tiene un mérito muy especial. En una temporada llena de lesiones y problemas, el equipo de Laso ha sabido competir siempre, imponente su dentellada en el Oaka para recuperarle al Panathinaikos el factor pista en cuartos, todavía sin Llull y ya sin Campazzo y después de haber sido arrollado en el primer partido. Con el base argentino entre algodones pero en principio disponible, Laso tendrá por primera vez a todos menos a Kuzmic a su disposición en Belgrado. Justo a tiempo. La ruta puede ser la más difícil posible: el CSKA (de Sergio Rodríguez, mucho morbo) en semifinales y (si se cumplen los pronósticos) el Fenerbahçe de Obradovic en la final. Pero así ha sido toda la temporada del Real Madrid, a contracorriente y con muchas apuestas en contra. No se va a asustar ahora, eso es un hecho.

La estrella: Luka Doncic

Cuesta darse cuenta, pero Doncic tiene solo 19 años. Y cuesta asumirlo, pero si todo sigue un curso normal de acontecimientos, será top-5 en el próximo draft y dará el salto a la NBA ya la próxima temporada. Si es así, se despediría de la Euroliga con dos trofeos seguidos de Mejor Joven y metido de lleno esta temporada en la lucha por el MVP. De momento, está en el Mejor Quinteto junto a su gran rival por el galardón, un Nando De Colo con el que se las verá también en la semifinal de Belgrado. Doncic ha promediado 21,8 de valoración al ritmo de su baloncesto total: 16,1 puntos, 4,8 rebotes y 4,4 asistencias por partido. Con el cetro de la Euroliga remataría un año de ensueño después de proclamarse campeón de Europa de selecciones con Eslovenia en septiembre. Además, se quitaría el mal sabor de boca de su Final Four 2017, donde sufrió ante las tenazas defensivas del maestro Obradovic. Pocos jugadores en toda la historia han hecho tanto a su edad en el baloncesto europeo. Su progresión no tiene techo, su talento es único y, si realmente se va ya a la NBA, Belgrado puede poner un broche de oro a esta maravillosa primera etapa de una carrera que, cuesta creerlo, no ha hecho más que empezar.

El entrenador: Pablo Laso

Ya nadie se acuerda de las dudas que rodearon en el entorno del club al fichaje de Pablo Laso, un momento muy convulso para el Real Madrid tras la fallida era Messina. El vitoriano (50 años) ha despejado todas las dudas y ha enviado a una auténtica edad de oro a un equipo que necesitaba buenas noticias y títulos. Laso ha traído mucho de las dos cosas: su estilo ofensivo y vistoso ha conectado con el Palacio y los resultados han ido llegando en cascada. Ninguno hasta ahora tan brillante como la Final Four conquistada en 2015, precisamente en Madrid. Ahora tiene otra oportunidad con un club que, de su mano, ha logrado lo más importante: volver a estar ahí cada año. Entre los mejores de Europa.