LeBron hunde a los Raptors a una pierna y sobre la bocina
El rey lo ha vuelto a hacer. Más difícil todavía. Y los Cavs colocan un 3-0 que nadie, jamás, ha remontado en los playoffs de la NBA.
Otra vez. Otra vez LeBron James. Contra unos Raptors peleones que esta vez sí dieron el do de pecho. En unas semifinales de conferencia. A una pierna, "a 100 kilómetros por hora" y sobre la bocina. "No lo intentéis en casa", decía tras el partido el rey. Qué salvajada...
Lo que está haciendo LeBron con los Raptors es cruel, despiadado. Machacando cada día de una forma diferente una moral que lleva temporadas pisoteando. Les ganó hace dos años (4-2), les dejó a cero la temporada pasada (4-0) y va camino de regalar otro rosco a una franquicia que, simplemente, no puede con él.
Tras el mazazo del primer partido y la exhibición histórica del segundo, sobre la bocina en el tercero. Y los Raptors, que ayer sí estuvieron a la altura pese al horrible día de DeRozan, obligados una vez más a pelear por su vida contra su bestia negra. Obligados a olvidar y a enfrentarse a una realidad que a estas alturas parece irrefutable: no pueden ganar a LeBron.
Lo intentaron todo. Casey cambió el quinteto, dio entrada a VanVleet y salida a Ibaka. Querían ritmo, querían empujar. No salió bien y, curiosamente, terminó siendo el mejor día de Ibaka (11 puntos, ocho rebotes y cuatro tapones). Pero lo intentaron... Lowry estuvo sensacional (27 puntos en 13 intentos), CJ Miles hizo pensar a los Cavs y Anunoby se salió del mapa. El novato, en el quinteto por su defensa, anotó 18 puntos, varias canastas clave durante el transcurso del partido y empató el choque a ocho segundos del final con un triple que daba vida y esperanza a los suyos. La vida que luego se quedó LeBron...
El rey cogió el balón a un metro de su propia línea de fondo y cabalgó hacia su izquierda. Cambió de ritmo en medio campo para dejar medio paso atrás al bueno de Anunoby y se levantó a una pierna y con el torso girado para, prácticamente a una mano, hundir contra tablero a los Raptors. Cruel...
Acabó con 38 puntos que no sorprende a nadie a estas alturas. Seis rebotes, siete asistencias y tres robos de balón. A su lado, otra vez el mejor Kevin Love (21 puntos, 16 rebotes y +20 en cancha) y otra vez un certero Kyle Korver que, a sus 37 años, ha sido clave ya en dos de los tres partidos de la eliminatoria (18 puntos, cuatro triples).
En fin, otro día en la oficina para el rey. Y otro triunfo de unos Cavaliers que en su temporada más farragosa están 3-0 en las semifinales del este y son ya los grandes favoritos para repetir, por cuarto año consecutivo, final de la NBA.