Admitió John Wall haberse quedado sin gasolina en el final del quinto partido disputado en Toronto. Una energía que le volvió a faltar a él y al resto de sus compañeros, salvo a un Bradley Beal que sostuvo a los Wizards, en los momentos decisivos del sexto partido. Toronto demostró que no son el equipo blando e irregular de años anteriores y supo esperar a la perfección su oportunidad. Aguantó el lógico acelerón de salida de los locales, que llegaron a poner el +12 en el primer cuarto gracias a la pareja Wall-Beal y al buen hacer de su banquillo. En los cuartos intermedios subió el listón para ya en el último y decisivo, ante un rival muy mermado físicamente y con la baja de Otto Porter Jr., obligado a pasar por el quirófano por el problema que arrastra en la pierna izquierda, asestar el golpe definitivo.

A la tercera fue la vencida y la franquicia canadiense logró pescar un triunfo en Washington (92-102) que les otorga el definitivo 4-2. Tras la victoria de Indiana, Ibaka y cía tendrán aún que esperar para conocer a su rival en las semifinales de Conferencia. 

Si Bradley Beal fue con sus 32 puntos y 6 triples el asidero de los locales, Kyle Lowry lo fue de los visitantes con sus 24 tantos y 6 asistencias. El base se alió junto a su banquillo, excelso rendimiento una vez más de la segunda unidad (34 puntos para los Siakam, Poeltl, Miles, Wright y VanVleet), para mandar de vacaciones a unos Wizards que han dado un paso atrás en la presente temporada respecto a la anterior, en la que se quedaron a un triunfo de alcanzar la final del Este.