La reunión del Madrid tras la debacle que obró la remontada

De las caras largas de desolación tras el primer partido a la fiesta en el vestuario del cuarto partido. Por primera vez con Pablo Laso en el banquillo y desde que el playoff se disputa al mejor de cinco partidos, el Real Madrid logró sacar adelante una eliminatoria con el factor cancha en contra. Todo a pesar de encajar en el OAKA la segunda peor derrota en la era Laso (95-67 para los griegos).

“Podríamos habernos rendido después de la paliza que nos dieron. Pero en el segundo partido salimos con otra actitud y mentalidad. No dejamos que nos pegasen de nuevo”, explicaba anoche Jaycee Carroll en zona mixta a la par que la música tronaba desde el vestuario blanco. En 48 horas los blancos se levantaron a lo grande infligiendo al Panathinaikos la tercera derrota europea de la temporada en su pista para igualar la eliminatoria. Una metamorfosis que no se puede explicar sin la reunión que mantuvieron jugadores y cuerpo técnico después del  severo varapalo inicial.

“Nos reunimos todos y sacamos muchas cosas positivas. Nos ayudó a sacar adelante una eliminatoria que, desde el principio, no fue fácil. Lo conseguimos por la casta y el orgullo de este equipo", reveló Rudy Fernández. Algo que en un primer momento negó Gustavo Ayón: “Yo no estuve en esa reunión”. Se hizo el despistado antes de explicarle que había sido el mallorquín quien acababa de descubrir el secreto cónclave. “Fue algo importantísimo porque nos unió como grupo y vimos que si no dábamos todos un paso adelante el objetivo no se iba a conseguir. Esa charla tuvo mucho que ver tanto en el cambio de mentalidad que mantuvimos después”, reconoció el mexicano. “Este grupo tiene mucho carácter. Su esencia es siempre luchar. Perdimos un partido, pero no la serie. Sabíamos que lo que pasó en el primer día no era real. Cambiamos el chip y lo mantuvimos el resto de encuentros”.

Carroll, Rudy y Ayón coincidieron a la hora de calificar de especial el pase a la Final Four de este año después de un año plagado de dificultades por las numerosas y prolongadas lesiones. “Es una recompensa enorme. Hay que celebrar… y entender que aún queda mucho trabajo por hacer”, advierte el escolta con pasaporte azerbaiyano. “Nos lo merecemos más que nunca por todo lo que hemos luchado para llegar hasta aquí. Ya hemos ganado, pero queremos más", prosigue el internacional español, quien también contó que habían hablado con el Chapu Nocioni nada más sellar la clasificación: “Está contento por todos. Nos ha dicho que es una oportunidad más y debemos aprovecharla”. “El equipo está conformado para ganar y no sólo para clasificarse a la Final Four”, añade Ayón.

“Quizá el deseo de ganar es más grande que en años anteriores. El pasado veníamos de ganar títulos importantes como la Copa, la Liga y antes la propia Euroliga. El deseo de ganar ha vuelto”, cerró Gustavo. Toda una declaración de intenciones. La batalla contra el Panathinaikos ha terminado. La guerra, no.