Los Wolves no pueden competir en el peor día de James Harden
Minnesota decepcionó después de un buen inicio y no pudo competir contra unos Houston Rockets humanos.
El primer día, Harden salvó a los Rockets. Y ayer, los Rockets salvaron a James Harden, con la inestimable ayuda de los Minnesota Timberwolves. Los pupilos de Thibodeau desaparecieron tras unos buenos primeros minutos y se hundieron en un segundo cuarto en el que cuatro triples de Gerald Green (21 puntos, su mejor marca en playoffs) lideraron la estocada limpia de los Rockets.
Chris Paul, que había tenido un mal primer partido (perdió seis balones), se fue hasta los 27 puntos, repartió ocho asistencias robo tres balones y solo perdió uno balón en 30 minutos de juego. Una actuación que sirvió esta vez para esconder el 2/18 en los tiros de un James Harden que jugó uno de sus peores partidos de los últimos años: 12 puntos, 1/10 en los triples y tres pérdidas.
Towns pasó de los nueve puntos en el primer partido a los cinco de ayer, Jimmy Butler solo lanzó seis veces y Wiggins falló ocho de sus 14 lanzamientos. No hay rival. O no lo parece.
Los Rockets, por cierto, batieron el récord de triples intentados en un partido de playoffs (52).