REAL MADRID 106 – BAMBERG 86

Un Madrid desencantado gana y se medirá al Panathinaikos

Los blancos pasaron por encima del Bamberg en la segunda parte, pero se quedan sin ventaja de cancha por la derrota del Olympiacos. Randolph, 23 puntos y 38 de valoración. MVP.

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La sonrisa de Laso antes del partido era de puro desencanto. “Veníamos a jugar una final por el factor cancha y el duelo ha perdido toda su importancia”, decía el entrenador madridista. Y eso lo reflejó una velada sin sustancia, a veces correcalles y carente de pasión, sobre todo al inicio. Un partido que se jugó porque las luces ya estaban encendidas y la gente sentada en sus asientos. Tan decepcionados los aficionados como los jugadores madridistas, que vieron cómo menos de una hora antes del salto inicial se les escapaba la ventaja de pista.

La derrota del Olympiacos en El Pireo ante el Zalgiris en la prórroga mandó al Madrid a la quinta plaza. Spanoulis pudo cambiarlo, pero su triple sobre la bocina no entró: 85-86. El equipo griego no quiso perder, pero iba 16 arriba y se desconectó. Las bajas de Printezis, Papanikolaou y McLean también pesaron. Había seguidores blancos que pedían caer con el Bamberg para encontrarse con el Olympiacos en cuartos, a modo de revancha, pero tampoco eso ocurrió.

Jugó limpio

El Madrid completó su jornada de oficinista, jugó limpio y ganó porque era mejor que su rival. Se medirá así al Panathinaikos, aunque sin ventaja de campo como preveía. Ajustó en defensa en el tercer cuarto (29-19) y en el último se disparó, por encima de los 20 de renta: 99-78 (106-86 cuando sonó la bocina, más de cien por sexta vez esta temporada). Anthony Randolph fue la estrella, 14 puntos en los seis primeros minutos y 23 al final. Más 5 rebotes, 4 asistencias y 5 robos para 38 de valoración en 23:56. MVP de la semana por delante de Nedovic (36 créditos). Figura de un partido sin chicha en el que Carroll tuvo su explosión anotadora (19), Ayón recuperó sensaciones (14 tantos y 8 rechaces) tras el esguince de tobillo, Randle acumuló kilómetros y Laso reservó a Tavares (tobillo) y apenas uso a Thompkins (aductores).

El objetivo ahora es el mismo, la Final Four, aunque el reto ha crecido porque hay que llegar a Belgrado sin el factor pista. Desafío enorme. Desde que el playoff de cuartos se juega al mejor de cinco partidos (2009), el balance es de 28-8 para los equipos con ventaja de campo. 17-3 en las últimas cinco temporadas. Y en las ocho ocasiones que hubo un quinto asalto, siempre ganó el local. A eso se enfrenta el Madrid, a eso y al Panathinaikos de Calathes, de Mike James, de Singleton... Y de Xavi Pascual.