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MOVISTAR ESTUDIANTES-BEMBIBRE | IRENE SAN ROMÁN

"El apoyo de la afición ha significado mucho para nosotras"

El Movistar Estudiantes, descendido matemáticamente, juega este miércoles su último partido en la Liga Dia ante el Embutidos Pajariel (19:30, Canal FEB).

Irene San Román posa para As junto a un cartel en apoyo a las jugadores del Movistar Estudiantes.
FELIPE SEVILLANODIARIO AS

El Magata disfrutará este miércoles de su último partido de la Liga Dia hasta nueva orden. El Movistar Estudiantes se mide al Embutidos Pajariel Bembibre (19:30, Canal FEB) en el único encuentro adelantado de la última jornada de la fase regular por un simple motivo: ninguno de los dos equipos se juega algo. Las leonesas están salvadas, mientras que las madrileñas llevan cuatro jornadas matemáticamente descendidas. Solo han logrado una victoria en los 25 duelos disputados. "Ha sido demasiado castigo. Los resultados han sido injustos con nosotras en cuanto al trabajo y el esfuerzo realizado. No creo que tengamos el nivel para ganar solo un partido en toda la Liga. No siempre los resultados reflejan lo que verdaderamente te mereces, pero esto es deporte", reflexiona Irene San Román.

La alero (25 años y 1,80) es uno de los pesos pesados del vestuario colegial. Está es su cuarta temporada en el primer equipo, la segunda de una segunda etapa que ha sido una montaña rusa de sensaciones. El pasado curso fue espectacular, con ella como uno de los principales motores para esa racha de 18 victorias consecutivas que desembocaron en el ascenso. Su papel en la final contra el Cortegada gallego habla por sí mismo: 22 puntos, máxima anotadora. En este, las cosas han sido un poquito diferentes. Tanto, que el primero y único triunfo por el momento llegó hace tan solo doce días frente al Quesos el Pastor de Zamora (76-64). La madrileña acabó con 9 tantos (2 de 3 en triples) y mucho "alivio".

"Fue un premio que nos merecíamos después de toda una temporada de esfuerzo, tiempo, sacrificio... Aunque sabíamos que ya no iba a servir de nada, para nosotras, para nuestro orgullo, fue una gran recompensa", reconoce a As la once estudiantil, que comenzó con el balón naranja en tercero de primaria junto a sus amigas del colegio Virgen de Atocha. "He disfrutado siempre del baloncesto. No me imagino mi vida sin él", comenta sobre una carrera que estuvo cerca de truncarse por el cruzado de la rodilla, una lesión que ha tenido en dos ocasiones: "Lo pasé muy mal, pensé que me quedaba. Hay momentos muy duros".

Irene San Román posa para As.
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Irene San Román posa para As.FELIPE SEVILLANODIARIO AS

La salida de Fito; la llegada de Ortego

Pero volvamos al presente, a ese triunfo ante el conjunto zamorano. "Pensábamos que la primera nunca llegaría. Alejandra (Quirante) y yo hablamos en junio, cuando renovamos, '¿te imaginas que no ganamos ningún partido? ¡No, cómo va a pasar eso!’ En ningún momento hemos sentido que no estuviéramos a la altura de la Liga, pero se han dado una serie de circunstancias para que no sacáramos ninguno duelo. Entonces era ya ansiedad, una frustración que nos hacía tener muy presente que podíamos acabar la temporada sin ganar", continúa una de las veteranas de un grupo que cambió de entrenador a mitad de temporada con la salida de Fito González por decisión propia.

"A mí y a Mariana nos afectó mucho. Para nosotras es nuestro amigo, es una persona a la que queremos un montón. No se merecía sentirse responsable ni que tuviera que asumir la culpa de todo lo que estaba pasando", señala la subcampeona europea de 3x3. Alberto Ortego cogió el testigo: "Su llegada fue muy buena. Vino con muchas ganas, con ilusión, tenía las cosas muy claras y nos adaptamos bien a él".

Irene San Román, tercera por la izquierda, con la medalla de plata del Europeo de 3x3 disputado en los Países Bajos.
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Irene San Román, tercera por la izquierda, con la medalla de plata del Europeo de 3x3 disputado en los Países Bajos.FIBA

El duro revés ante el Gernika

San Román habla decidida. Ideas claras. Sin pausa. Las palabras salen sin freno y con sentido para recordar el peor momento de la campaña: la derrota en el último segundo contra el Gernika. "Fue un palo muy duro. Fue un punto de inflexión porque después venían partidos que eran muy importantes y cuando perdimos, tuvimos la sensación de que nos habían arrancado nuestra alma. Sentí que iba a ser muy duro que el equipo se recuperara. Nos veía sin ganas, sin alma... Nosotras por dentro queríamos hacerlo, pero éramos incapaces de saber a qué agarrarnos cuando llevábamos ya 20 latigazos en la espalda", comenta esta enfermera del colegio La Salle Sagrado Corazón: "Llevaba tres años en un hospital y ya me costaba compaginarlo la pasada campaña. Pensé en dejarlo un año y centrarme en entrenar, pero me salió lo del cole... Me gusta mucho, es otra de mis pasiones".

Cambios de entrenador y de jugadores, derrotas holgadas y por la mínima. Las women in black han sufrido múltiples contratiempos este curso. Pero siempre han podido contar con el apoyo de la afición, que pese a todo, ha acudido cada jornada al Magariños. "Al principio la gente venía, jugábamos bien y tal, pero llegó un punto en que seguían viniendo, animándonos, apoyándonos a pesar de que parecía que no estábamos a la altura y no dábamos la talla. Eso, para nosotras, ha sido muy importante. Después de cada partido, los aficionados se acercaban: 'Mucho ánimo, lo estáis haciendo muy bien'. Aunque ellos pensaran que no, para nosotras significaba mucho. Es un apoyo que te ayuda a llegar el lunes y volver a entrenar y competir", finaliza antes de un partido que es solo un punto y seguido: el Estudiantes volverá a la élite del baloncesto español.