REAL MADRID 83 - VALENCIA 71

El Madrid y Tavares devuelven el golpe al Valencia en la Liga

Un infranqueable Tavares y Randolph ganaron la partida de ajedrez a los pívots rivales, que mandaban al descanso a base de triples. El líder aventaja ya en cinco triunfos al campeón.

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El Madrid y el Valencia se han cruzado dos veces en cinco días, reparto de triunfos, ganaron los locales. Cada uno se llevó el gato al agua en el duelo que menos quería. Los blancos llegaban exigidos el martes en la Euroliga, pero venció su rival, ya eliminado. El equipo taronja se jugaba este domingo la segunda plaza liguera (ahora es cuarto) y dominó el Real, líder cómodo con cuatro triunfos de ventaja, que son cinco sobre los de Vidorreta más el average. Un mundo.

Mandó un infranqueable Tavares en la partida de ajedrez entre los interiores. La torre blanca destrozó a los peones naranjas: 13 puntos (6 de 7), 4 rebotes, 4 tapones (y alguno más no contabilizado), 2 asistencias y 23 de valoración. Hizo daño de salida pero sin respaldo. Fue en el tercer cuarto en el que comandó la andanada local.

El Madrid mostró regularidad. Lanzó de tres casi igual de mal durante toda la velada (4 de 24 en total), pero ajustó la defensa y dejó al campeón en 4 de 14 en la segunda parte (8 de 19 en la primera). El quinteto formado por Campazzo, Causeur, Doncic, Randolph y Tavares obró la transformación. Su movilidad y atención defensiva cambió el escenario. Tablero nuevo.

Sin el recurso del triple, el Valencia se diluyó por completo. Un hielo en agua hirviendo, consumido por un parcial de 27-9. La diferencia tocaría los 16: 83-67. Los visitantes pasaron de firmar 45 tantos al descanso (siete arriba) a añadir apenas 26. Los pívots de Laso agruparon 46 de los 83 puntos por 33 de sus oponentes y el Valencia realizó ocho tiros más de tres (33) que de dos (25).

El mismo deporte, dos enfoques

De salida ambos practicaban el mismo deporte, aunque lo enfocaban diferente. Mientras el Madrid hacía daño con Tavares en la pintura (9 puntos y 13 de valoración en 10:35), y también con un destacado Randolph, el Valencia se parapetaba en la línea de tres. Circulación de balón, interiores abiertos para sacar a Tavares de la zona y tiro al plato constante. Sus cincos, Dubljevic y Pleiss, llevaban cuatro triples al descanso, dos por barba, y todo el equipo 8 de 19 intentos por solo once de dos.

Semejante acierto (15 de 30 el martes) le hizo navegar viento en popa a toda vela. Su rival era más de arreones, de subir líneas, de meter alguna mano y forzar pérdidas, de algún arrebato bajo canasta en forma de rebote de ataque, ahora Yusta, luego Reyes… Pero también de despistes: 9 balones extraviados al descanso. Y sin artillería carecía del sostén necesario para plantar cara: 1 de 12 desde la línea de 6,75.

Taylor fue baja

No llegó el apoyo aéreo en la reanudación, aunque sí la defensa, la intimidación móvil de Tavares, que cortaba en seco casi cada entrada, y el juego de pase (10 asistencias entonces), el de las buenas lecturas y las penetraciones para quebrar al oponente. Campazzo encadenó seis de sus ocho puntos en el despegue definitivo, a Doncic se le vio activo atrás y mejor de la lesión muscular, Thompkins asomó y Taylor no jugó con un pinchazo en la parte posterior de uno de sus muslos. Hay líder sólido, pero el playoff promete.