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50 ANIVERSARIO DE AS | PEDRO FERRÁNDIZ

“He sido amigo personal de todos los directores de As”

ASÍ LO VIVIERON... Pedro Ferrándiz (Alicante, 20 de noviembre de 1928) es el entrenador más laureado en la historia del baloncesto español con 27 títulos: 12 Ligas, 11 Copas y 4 Copas de Europa en 13 cursos al frente del Madrid. Además, es miembro del ‘Hall of Fame’.

Pedro Ferrándiz
Fito GonzálezDIARIO AS

En el primer número de As ya apareció una foto suya en una información sobre el Real Madrid de baloncesto...

La relación Ferrándiz-As es muy antigua y profunda. He sido amigo personal de todos los directores que han pasado por el periódico y tengo el honor de ser íntimo de Alfredo Relaño. Además, me han concedido tres premios As al mejor entrenador, fui colaborador y tuve contacto permanente con redactores como Carlos Jiménez y Martín Tello. Fue una amistad real y muy grande.

¿Se habló en el vestuario de la aparición del periódico y de las crónicas que se publicaban sobre el Real Madrid?

Hubo una gran expectación por la salida de un periódico que compitiese con Marca. Tras su aparición, esperábamos con ansiedad las crónicas después de los partidos.

¿Se mantenía antes una relación más cercana entre deportistas y periodistas?

La relación era casi íntima. Aunque tampoco había tantos redactores de baloncesto. A los viajes de Copa de Europa siempre iba Carlos Jiménez con el equipo y se alojaba en el mismo hotel. Me acuerdo de infinidad de paseos con él por multitud capitales europeas.

¿En esos paseos se olvidaba usted de que era entrenador del Madrid y él periodista?

Le facilité muchísimas confidencias. Tenía plena confianza en él. Recuerdo muchas anécdotas, algunas muy graciosas, como una en Sofía (Bulgaria). Íbamos juntos por el centro de la ciudad y el hotel estaba lejos. Nos dimos cuenta de que la hora de comer se nos venía encima y yo, como entrenador, tenía que dar ejemplo de puntualidad. No había taxis y nos subimos a un coche oficial del gobierno búlgaro y gracias a unos pocos dólares, llegamos a tiempo para comer. Si no, todavía estaríamos danzando por Sofía.

¿Cómo influyeron los éxitos de su Madrid para que el baloncesto cogiera peso en los medios de comunicación?

El Madrid fue el que despertó a la España del baloncesto. Hicimos muchas cosas avanzadas que se desconocían y esto provocó que pasáramos de ser ignorados en Europa a campeones. El creador de una nueva época en el baloncesto de este país fue el Madrid.

Usted ganó 27 títulos con el Madrid, es miembro del Salón de la Fama de Springfield, del de la FIBA, tiene la Gran Cruz de la Real Orden del Mérito Deportivo… Si tuviera que elegir un galardón, ¿cuál sería?

Es imposible elegir uno, son demasiados. Pero entrar en el Salón de la Fama americano fue un milagro. Que se acordaran de un español... Y luego la Gran Cruz es la mayor distinción que puede lograr un deportista en este país. No me olvido del primer título europeo...

¿Cómo planeaba sus viajes por EE UU para fichar jugadores y descubrir talentos?

Ni sabía inglés, ni lo sé ahora. Mi primer viaje fue una aventura. Lo hice con un periodista catalán, Carlos Pardo, que era dueño de un espectáculo de patinaje artístico. Él iba a EE UU a hacer sus negocios y Saporta le dijo que por qué no me acompañaba. Y nos fuimos para allá. Aparte de ese viaje, que fue en el que fiché a Hightower, también recuerdo que hice amistad en Roma con un entrenador americano que me daba nombres de jugadores y yo los veía y, si me gustaban, los fichaba. Al final se convirtió en un mercado conocido para mí, pero siempre en el mundo universitario. Así fichamos a Luyk, Brabender y Burgess.

¿A qué jugador le hubiera gustado entrenar que no fuera de su época?

A Sergio Llull. Es el ejemplo en muchos aspectos de lo que tiene que ser un jugador del Real Madrid. Está hecho para el Madrid y el Madrid para ­Llull.

En Alicante es toda una celebridad.

Estoy encantado de haber regresado a mi ciudad natal, donde he sido muy bien acogido por todo el mundo. Especialmente por el deportivo. He sido nombrado socio de honor del Hércules y del Montemar y le han puesto mi nombre a un pabellón y a una calle. No puedo pedir más.

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La cuarta Copa de Europa en cinco años

As dedicó su portada del 13 de abril de 1968 a la cuarta Copa de Europa conquistada por el Madrid de baloncesto en cinco años. El equipo blanco ganó al Spartak Brno checo en Lyon. Sería la tercera de las cuatro que levantó el entrenador alicantino.