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Finalizado

ALBA BERLÍN 86 - BILBAO BASKET 68

Fin al periplo europeo del Bilbao con otra dosis de frustración

Demostró que no se jugaba nada y salió a verlas venir ante un Alba Berlín mucho más motivado. Hervelle desfiló por un pinchazo en el muslo: duda ante el Unicaja.

Fin al periplo europeo del Bilbao con otra dosis de frustración

"No salimos al inicio, como ante el Limoges". Las palabras de Mrsic, languidecientes, en tono apagado, de un entrenador que estuvo unos minutos con pose meditabunda acodado en una valla publicitaria del Mercedes Benz Arena mientras se intercambiaban canastas en el cuadrante de juego, lo dice todo. Su equipo volvió a las andadas. Europa sacó de la depresión al Bilbao Basket hace unos días con el triunfo en Belgrado ante el Partizán y le ha devuelto al punto cero de la frustración. Un paso hacia delante y otro hacia atrás. No se jugaba nada en la visita al Alba Berlín de Aíto (estaba eliminado desde hace dos jornadas) y lo demostró sobradamente, con un partido de mínimos, de esos que dejan claro que molestan. La salida fue bochornosa, una bajada de brazos inadmisible. La defensa es la primera ley que trata de imponer Mrsic pero el equipo eligió de nuevo encajar casi 90.

Con el Lokomotiv intocable en la cima, el Alba ansiaba hasta ayer la segunda plaza, pero finalmente recayó en el Lietuvos, que ganó en la última jornada contra pronóstico en la cancha de un Limoges que acabó la fase como cuarto (esto de no unificar horarios al caer el telón no se le ocurre ni a Tebas). De haberse dado un triunfo galo, los berlineses hubieran podido ‘elegir’ medirse al Bayern Múnich, Darussafaka o al ganador del Gran Canaria-Asvel, en base a su resultado frente al Bilbao Basket. Amagaron con paliza pero bajaron el pistón. A los vizcaínos este paso por Europa ha vuelto a ser una tortura: dos victorias, viajes tediosos y un baloncesto muy áspero. Si una vez eliminados se trataba de no sufrir lesiones, pero Hervelle se fue al banquillo tras sentir un pinchazo en el muslo. Cae un jugador cada semana, se ha cruzado un gato negro. Entre hombres y gatos de negro esto va montando un funeral.

El Alba elevó a cinco hombres con dobles dígitos en anotación. Vargas percutió con dureza desde fuera y Clifford, como pívot. Y el RETAbet no anda muy sobrado de manos con puntos. Redivo y Fischer son baja. Tabu anda resituándose, Vucetic no juega, Hammink no ve aro y Mendia está para otros menesteres. Así que la norma es defender y alargar posesiones, pero las pérdidas estropean el plan. El Alba abochornó al Bilbao Basket en el primer tiempo: 51-24 llegó a marcar. El 66-26 de valoración sonroja a cualquiera.

En la segunda parte, el equipo visitante sacó la vergüenza torera para maquillar un tanteador algo digno. Un 2-12 lanzado por dos triples de Mumbrú estrechó un poco la diferencia. Así, se puso a 9 (58-49) pero sufrió otro arreón germano y posteriormente se vio a 11 (77-66) muy cerca del final tras una canasta del siempre impetuoso Thomas (sigue y sigue, continúa las jugadas como nadie, contagia a los que dejen contagiar, le echa casta, no se esconde y cogió 8 rebotes), pero en un soplido el Alba, parcial viene parcial va, puso todo como estaba. El REATAbet pareció revivir ante el Estu y la Eurocup no es su guerra, pero no se quita el aire derrotista ni a tiros. "Solo nos queda entrenar más duro, trabajar", valoraba un lacónico Hammink. Y encontrarse a sí mismos habría que añadir. Con este 2-8 continental trasladado y multiplicado a la Liga no hay permanencia ni por el forro.