Nada más aterrizar en Burgos, y después de comer en el mismo salón que Eslovenia, que comparte hotel con la Selección española de baloncesto, Sergio Scariolo compareció ante los medios de comunicación. Tenía claro el mensaje: una petición de ayuda a la afición de Burgos. A falta de que Sebas Saiz y Jaime Fernández, con pequeñas molestias, confirmen en el entrenamiento de esta tarde que están preparados, el seleccionador repetirá la lista de doce convocados esta misma tarde.

¿Qué balance hace de la vuelta y de lo que le espera?

Hemos vuelto muy contentos de Podgorica por razones que van incluso más allá del resultado. Creo que la capacidad que han tenido estos jugadores de asumir una identidad de equipo en un plazo de tiempo tan reducido realmente tiene mucho mérito. Siempre hemos tenido la sensación de que la calidad de trabajo iba a podernos permitir competir. Hemos sumado buenos minutos de baloncesto ofensivo además de solidez defensiva. Eso nos permitió conseguir una victoria en parte inesperada y más tranquila de lo que podía preverse. Pero en el ADN de este equipo no está tener en cuenta los éxitos. En la mente de todos ya está el siguiente desafío, que es más complicado aún por la calidad del rival, por la estructura de equipo y la forma de jugar que llevan desde el Eurobasket. Se ve que hace tiempo juegan de la misma forma. Tienen algún intérprete cambiado pero jugadores que se han sumado a la causa como Cancar o Rupnik al margen de lo que estaban como Prepelic, Vidmar, Zagorac, Blazic o Dimec. Y la presencia del equipo técnico de Kokoskov está ahí. Seguro que él está atento y sus ayudantes también siguen.

¿Cuál es la clave para plantar cara a Eslovenia?

Limitar las pérdidas tiene que ser una prioridad. Conseguir que su tremenda fuerza en el puesto de cinco haga el menor daño posible. Pero también son rápidos, habilidosos. El tiro de tres puntos será decisivo, la defensa del bloqueo directo… Sobre todo hay que resetear después del triunfo de ayer y ser humilde y ambicioso. Estamos a mitad de esta misión y tenemos mucho que ganar. Pero sabemos que nos queda el partido más complicado.

¿Le sirve de algo el partido de Estambul en las semifinales del Eurobasket?

Juegan muy parecido, con un sistema defensivo y ofensivo parecido y, creo, como cualquier equipo que gana, con la confianza y la seguridad que se instala en un equipo cuando tiene un éxito tan rotundo como fue el suyo.

El Coliseum tira de las cifras de asistencia en ACB. ¿Qué ambiente espera?

Durante muchísimos años, España no jugaba un partido oficial en el país y le ha tocado a Burgos porque, al margen del interés que ha manifestado, y de los amistosos que jugamos aquí en su día, es un momento de gran conexión de la ciudad con el baloncesto. Burgos tiene mucho que decir esta temporada y tiene dos jugadores de la Selección que juegan aquí. Tenemos una expectativa de factor cancha importante. Recuerdo que en los amistosos había una atmósfera tremenda aunque el rival no tuviera grandísimo nombre. Contra el campeón de Europa, espero que se llene el pabellón y sea un factor importante para ayudarnos en los momentos complicados y empujarnos aún más en los mejores. Siempre hemos pensado que jugar un partido en casa iba a poder echarnos una mano en estas circunstancias tan complicadas.