Por lo visto en la sala Moraca de Podgorica, guarida de Montenegro, la mina del baloncesto español es inagotable. A falta de los 29 NBA y Euroliga que se lo perdieron, veteranos como Fran Vázquez y Vidal que siguen en la brecha, expertos como Colom y jóvenes como Jaime Fernández, Sebas Sáiz, Edgar Vicedo y Oriol Paulí, todos en general, mezclaron sus virtudes actuales, unieron sus fuerzas y se apuntaron la primera victoria rumbo a China 2019 con una actuación sobria y felicísima que es oxígeno para el baloncesto español en estos tiempos revueltos. La nueva España, que era una hoja en blanco llena de incertidumbres, jugó un partido sobresaliente. Dirigida con maestría por Sergio Scariolo, que preparó con esmero en el cuartel general de Guadalajara la operación Podgorica, supo manejar los tiempos del partido. Control, contragolpe y, sobre todo, defensa. Limitada como está por falta de talento en el tiro, la llave estaba atrás y España, con ciertos momentos de apuro al final, eso sí, cumplió.

Fran Vázquez hizo su parte. Capitán de España por primera vez en su carrera, sumó los seis primeros puntos cuando los nervios atenazaban a los debutantes, hasta diez en partido oficial. Luego, Oriol Paulí rompió a correr y Sebas Saiz, con ese look tan peculiar y gran amor propio (jugó la segunda parte pese a sufrir una contractura), hizo el trabajo sucio. España firmó un magnífico 0-12 para abrir la primera gran brecha: 21-33. La arenga de Scariolo al descanso también funcionó. Quino Colom, frío en la primera parte, atacó la canasta como sabe y puso a la Selección en el camino. Montenegro, a la que sin Dubljevic y Vucevic tampoco sobra nada, se derritió y España abrió una brecha que pareció definitiva. El tercer cuarto acabó 41-58.

La victoria parecía cerrada. Faltaba darle un poco de suspense, interiorizar que tampoco la habían regalado. Sin nada que perder, Montenegro se fue a la línea de tres y empezó a coser a triples a España hasta un preocupante 63-69. Por un instante sí que se vio a España atribulada. Scariolo pidió tiempo muerto y Fran Vázquez voló sobre la defensa de Montenegro como un ángel de Chantada e hijo adoptivo de Málaga. Fran lució con orgullo capitanía y selló con sus 15 puntos, los mismos que Quino Colom, la primera victoria de España en las polémicas Ventanas. La hoja en blanco ya tiene sus primeras líneas escritas y son de éxito para felicidad de todos. El domingo más en Burgos contra la campeona de Europa.