El Sports Center Moraca tiene aroma a otro tiempo. Apenas 15 filas hacia arriba en los laterales, un fondo con una grada de pie y otro con una pared levantada. Una cancha con pinta de que pasan cosas. Desde el fondo sin grada, cuatro policías montenegrinos observan la sesión de reconocimiento y tiro de la Selección de Scariolo, a la que espera un infierno esta noche en Podgorica si se confirma que el Moraca se llena. Esta mañana todavía se vendían entradas, pero apunta a gran ambiente por más que a España no le recibiese ayer ni una cámara de televisión.

A Scariolo, que dio una charla de tres minutos y luego conversó individualmente con algunos jugadores como Sebas Sáiz, se le ve especialmente metido en faena. El técnico de Brescia podría tener ya quinteto: Colom, Fernández, Rabaseda, Llovet y Fran Vázquez. No obstante, podría haber una sorpresa. Los canteranos del Joventut coincidieron con Sekulic en la puerta del Moraca y departieron unos minutos con él. Ahora, almuerzo en el Hilton y luego, la batalla.

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