LAKERS 113 - SUNS 122

Kuzma explota (30+10) pero no puede con los 33 de Booker

El novato, que apunta a robo del draft (o ya lo es...), jugó una segunda parte espectacular en la que anotó 28 de sus 30 puntos.

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Solo unas horas después de que los Houston Rockets bailaran sobre sus cadáveres (90 puntos en 24 minutos y 142 en 48, las dos mejores marcas de la temporada en ese momento), los jóvenes Phoenix Suns le dieron la vuelta a la tortilla en el Staples Center. Un parcial de 20-5 entre el final del segundo cuarto y el principio del tercero daba a los visitantes su primera gran ventaja de la noche (+16), y los Lakers no pudieron remontar pese a la exhibición que dio en la segunda parte uno de los nombres propios de la 2017/18: Kyle Kuzma.

El alero, que jugaba su octavo partido consecutivo como titular (se lo ha ganado a pulso), arrancó fatal , fallando sus seis primeros intentos. Pero salió con energías renovadas del vestuario y se fue hasta los 28 puntos en la segunda mitad (30 totales). Kuzma fue el único Laker' con capacidad para anotar en los momentos decisivos. Es más, intentó meter a su equipo en la pelea repetidas veces, pero no le aguantaban ni la defensa ni sus propios compañeros.

El career high de Kuzma (segundo consecutivo después de anotar 24 ante los Sixers), que además sumó 10 rebotes, no fue suficiente para desarmar a unos Suns hoy sí concentrados y con una magnífica puesta en escena de todos sus bajitos. Tyler Ulis (15+7), Mike James (ocho asistencias desde el banco), Troy Daniels (10) y, sobre todo, Devin Booker. El ex de Kentucky sigue creciendo, y con sus 21 años recién cumplidos cerró su séptimo partido de más de 30 puntos en lo que va de temporada (33). Qué anotador.

Desde el triple, la media distancia tras bote hacia los dos lados, hasta el aro... Tiene todas las armas para ser uno de los mejores anotadores de su generación. Solo LeBron, Durant y Carmelo llegaron antes a los 3.000 puntos, y no es casualidad.

Otro que se salió fue Alex Len, que acabó con 17 puntos y 18 rebotes y fue desde el banco y de largo el mejor interior del partido.

Los Lakers han perdido cinco de sus últimos seis.