CAMPUS PROMETE-MOVISTAR ESTUDIANTES
Laura Herrera: "Me sigo poniendo nerviosa antes de cada partido"
La pívot canaria del Campus Promete es toda una veterana en la Liga Dia con solo 28 años: diez temporadas y 227 partidos. Hoy partido contra el Estudiantes (18:00, Canal FEB).
El escenario aún no es dramático, aunque cambiar la dinámica en las próximas jornadas es fundamental. Por eso, el partido de este domingo ante el Movistar Estudiantes (18:00, Canal FEB) se presenta como una final para el Campus Promete. El club colegial es último de la clasificación con el mismo balance que las de Logroño. "Bueno, desde que empezó la Liga cada partido es un poco así", comenta Herrera con una pequeña risa de tristeza. "Pero ahora mucho más. Nos enfrentamos dos equipos en la misma situación y es importante la victoria. La necesitamos anímicamente porque llevamos trabajando muchísimo para ello". "A veces el deporte es injusto. La gente no ve lo mucho que trabajamos día a día. Ve los resultados, los partidos... pero echamos muchas horas, tanto el cuerpo técnico como las jugadoras", subraya esta pívot canaria que ya es toda una veterana dentro del campeonato nacional con 28 años.
De Canarias a Logroño con paso por Madrid
Nacida en Santa Cruz de Tenerife dio el salto a la península con 18, de la mano de su rival de esta tarde en el Palacio de los Deportes de La Rioja. Después de tres temporadas en el Ramiro, con ascenso de segunda a primera y debut en la máxima categoría (compartió vestuario con la actual capitana estudiantil, Mariana González), su carrera ha sido un viaje constante por múltiples razones, entre ellas, esa crisis económica que azotó con una virulencia extrema al baloncesto femenino español: Madrid, Rivas, Burgos, Navarra, Zaragoza, León y Logroño en diez cursos. "Me gustaría cambiar menos. Soy de esa clase de jugadora que cuando está bien en un sitio, se intenta agarrar lo máximo posible. Es difícil encontrar un lugar donde te encuentres bien tanto personal como a nivel de club. Repetí este año aquí porque la pasada temporada fue muy buena para mí en todos los sentidos. Además, siempre he sido fiel a eso: si estoy bien, por mucho que ofrezcan en otro lado, no me muevo", comenta Herrera que cumple en el duelo frente a las estudiantiles su partido número 227 en Liga Dia. "La ilusión sigue siendo la misma que el primer día o más incluso. Me sigo poniendo igual de nerviosa, esos nervios buenos, antes de un partido. Cada temporada que empieza la preparo con la misma ilusión... es como si no hubieran pasado los años".
Su salto a Madrid llegó unido a lo académico. Aunque no fue la primera opción la que triunfo. De empresariales a periodismo. Una licenciatura que aún estudia a distancia y en la que ya ha hecho algunos pinitos retransmitiendo partidos por la radio. "Mis padres siempre me inculcaron que los estudios eran lo primero y a día de hoy lo agradezco. El Estudiantes me permitía vincular las dos cosas. Eso fue lo que hizo que fuera. Lo deportivo se queda un poco al lado y el club te acoge de una manera especial", recuerda toda una medallista europea. Herrera estuvo bajo las ordenes de Lucas Mondelo en el bronce del Eurobasket de 2015. La center atesora 30 internacionalidades. Una cuenta que se puso en marcha en 2009, cuando aún formaba parte de las disciplina colegial: "Es difícil quedarse con un club, pero en el Estudiantes me acogieron muy bien durante tres años. Por el valor sentimental y el deportivo fue una época muy bonita y será un partido especial porque vuelvo a reencontrarme con ellas. Estoy contenta de verlas en Liga Femenina, que es donde se merecen estar".
Lectora y viajera (Tailandia fue su parada en verano), Herrera desea repetir viaje a Nueva York y con volver a pisar las playas de su tierra: "Para una isleña como yo es muy importante. Lo primero que hago cuando llego a casa es ir a la playa, tantos años fuera... es lo que echo más de menos junto a mi familia", revela toda una trotamundos del baloncesto nacional que ante su pasado (al que prometió volver) busca dar la primera alegría a su afición. Armas tiene y las estudiantiles las sufrirán. Eso seguro.