A perro flaco todo son pulgas. Los Cavaliers han perdido cuatro partidos seguidos y cinco de los seis últimos y están (3-5) en el furgón de cola de la Conferencia Este. Esas cuatro derrotas seguidas han llegado por un total de 63 puntos, una racha peor por números que otra de cuatro perdidos de forma consecutiva que había sufrido LeBron en marzo de 2004, cuando todavía era rookie. Entonces el volumen total de las derrotas fue de 61 puntos.

Las derrotas además han llegado contra equipos como Pacers, Knicks, Pelicans, Nets y Magic. El equipo mantuvo una reunión para analizar la situación, celebró una fiesta de Halloween y ha mandado un mensaje de tranquilidad, con LeBron a la cabeza. Pero hasta el mejor jugador del mundo empezó a airear cierta preocupación después de la última derrota ante los sorprendentes Pacers.

Además, las lesiones no están respetando precisamente al finalista. El último en caer ha sido Tristan Thompson, que (como JR Smith) empezó la temporada como suplente y volvió después al quinteto titular. El pívot cayó en el segundo cuarto ante los Pacers con una lesión muscular en un gemelo y ahora los Cavaliers han comunicado que estará de baja un mes. Tyronn Lue tendrá, en principio, que volver al quinteto pequeño, con Kevin Love como pívot y Jae Crowder otra vez titular. El alero está en el centro de muchas críticas porque por ahora ha sido una sombra del que brilló en Boston Celtics. Lue incluso dijo, en lo que pareció una clara referencia a él, que había jugadores “impresionados” por jugar al lado de LeBron, que por su parte está promediando 25,6 puntos, 7 rebotes y 8,9 asistencias… pero también 4,5 pérdidas por partido, la cifra más alta de su carrera.