Derrota digna del Bilbao Basket ante el potente Lokomotiv

El Bilbao Basket cayó con todo decoro en Krasnodar. No había opción a la revancha de la final de 2013. Hay demasiada diferencia. Con un juego parecido al de hoy le dio para el sorpresón en casa del Lietuvos Rytas, pero este Lokomotiv Kuban no estaba para zarpazos, es un señor equipo con un arsenal infinito. La buena actitud de los vizcaínos se resume en los 86 puntos que hicieron a la mejor defensa de la Eurocup, aunque protegen muy poco su aro y en esa travesía continental reciben de 90 en 90 (en este caso 102). No perdió el RETAbet la cara en los parciales sólidos que le iban metiendo, ni cuando iba con 22 abajo y todo parecía perdido. Sí cabe reprocharle que no ofreciera mejores lecturas al verse con 12 de desventaja y balón, en el último acto, cuando tenía que haberse parado y buscar mejores situaciones en lugar de enloquecer. Y la apatía defensiva para centrarse en su ataque engrasado. Por último, cuando trata de subirse a la chepa del enemigo, el rebote le hunde.

El otro Obradovic, Sasa, es parecido a su tocayo célebre ahora en el Fenerbahçe. Exige, pone a parir al que consiente una canasta fácil y sólo le falta un tono más rojo de la paleta cromática en la cabeza cuando se cabrea. De saque abrió camino con Collins, un tres potentísimo (llevaba seis puntos en el 8-7), luego puso en liza a Broekhoff, que se cuadra en el arco de 6,75 de forma espléndida, y también tejió muchos puntos con un superclase como Lacey. Ragland, Elegar, Antipov, Khostov... es un equipo largo, que parece no contagiar gran cosa, no es que transmita mucha pasión, pero se despliega como una apisonadora. Rebotes defensivos a una mano en la estratosfera es otra de las marcas de la casa. También se nota cómodo en partidos con ritmo cero, como el de hoy, dos horas de baloncesto con el freno de mano por 61 personales. En algunas fases sacó del campo al Bilbao Basket y lo fácil habría sido enarbolar la bandera blanca.

El Lokomotiv tenía claro que no podía dejar meter en escena a Todorovic y lo consiguió con marcajes muy pegajosos, cerrando penetraciones. El último MVP de la jornada en ACB solo pudo maquillar su estadística al final. Para colmo, Gladness hizo tres faltas en dos minutos y se borró en los compases iniciales. Sin él, no hay ninguna consistencia en la pintura por más que traten de hacerse respetar Hervelle, Kempton y Vucetic (mucha rotación interior esta vez por obligación). Un 10-2 en el segundo cuarto abrió de patas el compromiso y aunque el Bilbao Basket no se dio por rendido jamás, los rusos no temieron por el triunfo en ningún momento. En realidad el error de los pupilos de Duran no estaba aquí, sino en casa ante Limoges y Partizán.