El Real Madrid disputa esta tarde (19:00, M+ D1) en el Coliseum de Burgos su cuarto encuentro en siete días. Partido inédito y de contrastes entre un San Pablo que tratará de estrenarse esta temporada ante el invicto colíder de la Liga Endesa. El mejor ataque de la competición ante la peor defensa. Pablo Laso seguirá contando con solo con dos pívots (Ayón y Reyes). Trey Thompkins aún no ha regresado de Estados Unidos. Sí estará Luka Doncic, el hombre (o niño) de moda en Europa por méritos propios.

El esloveno (y Yusta y Radoncic, quienes previsiblemente contarán con bastantes minutos) se reencontrará con Felipe Dos Anjos (2,18), a préstamo en Burgos tras militar la pasada campaña en Oviedo. El pívot brasileño no es el único madridista cedido a las órdenes de Diego Epifanio. El de hoy también será un partido muy especial para Sebas Sáiz. “Ha sido un lío de verano”, rememora el ala-pívot. Tras concluir su etapa en la NCAA y no ser seleccionado en el draft de la NBA, el Movistar Estudiantes —club en el que se formó— acabó haciéndose con sus derechos para acabar traspasándole al Madrid. De ahí, al San Pablo Burgos y entre medias debut y concentración con la Selección absoluta.

Tras un arranque discreto (2,8 puntos y 4 rebotes por partido), Sebas buscará reivindicarse ante Felipe Reyes. “Siempre ha sido uno de mis ídolos. Un referente para todos los jugadores, tanto interiores como exteriores. Lleva jugando desde que yo tenía 3 años y ahora tengo 23. Ojalá pueda hacerlo tan bien como él algún día. Es un reto para mí”, expone.

Ante la plaga de lesiones de hombres altos, traer a Vidmar es el objetivo en el Madrid. Recuperar a Sebas ahora se baraja como una opción remota. “Tengo que seguir mejorando y contar con minutos para poder asentarme como un gran jugador en esta Liga. Cuando eso pase tendré mi sitio en el Real Madrid”, expone Sebas.

Debutar con España en competición oficial en las próximas Ventanas FIBA sí es más factible: “Suponen una grandísima oportunidad para los jóvenes y los jugadores que aún no estamos asentados. Te permiten la posibilidad de acudir al equipo en el que cada jugador quiere estar, el de su país. Estoy muy ilusionado por ello”. No comparte la visión de quienes ven injusto que unos tengan que clasificar a las grandes selecciones para que otros sean los que se lleven el reconocimiento en el Mundial de China 2019. “No lo veo de esa manera. Cada partido y concentración con la Selección es lo mejor que me puede pasar. Es una experiencia increíble poder competir por tu país. A mí me llena muchísimo. Quiero ayudar a España en todo lo que pueda”, remata.