Real Madrid-CSKA Moscú, el no va más en la Euroliga

Por tradición, triunfos y potencial presente, el Madrid-CSKA es el no va más del Viejo Continente. El mejor duelo posible, o al menos al nivel del mejor. Una gran batalla entre el tercer favorito en las apuestas, el equipo de Laso, y el primero, el de Itoudis, con el Fenerbahçe en medio. Los dos clubes con mejor palmarés. Uno u otro, o ambos, han ganado un título en todas las décadas de la competición desde los sesenta. Agrupan 16 Copas de Europa, incluidas dos de las tres últimas Euroligas. Y por si faltaran alicientes, este clásico pulso viene esta vez con carga emocional. La que pondrá Sergio Rodríguez sobre el parqué del WiZink Center, de nuevo en su Palacio de Deportes 16 meses después de celebrar el último título de Liga ganado por el Madrid (3-1 al Barça).

El Chacho está de vuelta tras una temporada en la NBA, pero ahora como rival, y bien que le fastidia a Pablo Laso. “Su crecimiento como jugador coincidió con el crecimiento del equipo”, explica el técnico. Sergio ha llegado a Moscú para hacer frente a una sombra muy alargada, la de otro genio, el serbio Teodosic, que se ha marchado a los Clippers.

En el estreno de la Euroliga, el CSKA tuvo que remontar 16 puntos al Armani Milán y Sergio lució barba al viento en varias transiciones: 20 lanzamientos y... 20 puntos. Le acompaña Othello Hunter, que no cuajó el curso pasado en el Madrid.

El equipo ruso tiene de todo y todo bueno, con una apuesta por un juego interior pequeño pero muy móvil con Hines y el citado Hunter. Ala-pívots que ensanchan la pista (Vorontsevich y Khryapa) y aleros poderosos (Clyburn y Kurbanov). Su potencia de fuego principal está en el perímetro con Sergio, De Colo y Higgins. Anotan y crean, brillantes a la carrera. Chocarán con Campazzo y con Doncic en otra prueba para el devorador de etapas. Rudy anda de vuelta y ­Thompkins sigue en EE UU.