Mumbrú, ante el último baile en su guarida contra el Madrid
"Es una leyenda, un guía, solo le ha faltado ser alcalde de Bilbao y luego aspirar a lehendakari ", exponen sus amigos y compañeros, que valoran en AS el final de una carrera histórica.
Si el playoff no lo remedia (y parece algo muy lejano con respecto a las aspiraciones del Bilbao), esta tarde asistiremos al último baile de Mumbrú ante el Madrid en su Miribilla querida, en su guarida. Ante el equipo al que le une algo más que dos etapas en las que ganó títulos y un amigo para la eternidad: Felipe Reyes. Con este comparte, además, el hecho de haber consumido 20 años en la liga española. Pero hasta aquí ha llegado. Lo deja. De momento acumula 644 partidos (séptimo, a diez de Herreros, al que pasará en breve), 16.147 minutos, 7.015 puntos y (10,9 de media).
Es el debut en casa, el primer partido en campo propio tras el anuncio de retirada. Ha coincidido que sea ante los blancos. “Tengo un año para despedirme poco a poco Sí será emotivo, pero tampoco lo hice porque se supiera antes del Madrid sino porque siempre he hecho las cosas a mi manera y prefería así. Es el calendario que toca”, sostiene. "Llevo mucho tiempo pensando en ello, lo quiero hacer a mi manera, retirarme compitiendo al máximo nivel; disfrutar de cada momento y de cada canasta, de cada pase a mis compañeros, despedirme de Miribilla y del basket con un año de margen. Espero que sea lo más bonito posible", prosigue. Parte de la gente que le ha arropado este tiempo valora en AS lo que supone el adiós de este coloso.
Hervelle, por ejemplo, su hermano’. “Intentaré disfrutar de cada entrenamiento que me quede con él. Es un gran personaje en el mundo del baloncesto que estamos conociendo y teniendo la suerte de jugar con él. Debemos provechar cada uno y disfrutarlo en la pista, a ser posible ganando”. Sabe el belga que no le queda mucho más a él tampoco.
Uno de los primeros a los que dijo que caía el telón es Raúl López, un mago que, al igual que Hervelle, llegó a Bilbao porque Mumbrú les abrió la puerta. “Es complicado hablar de la despedida de Alex, alguien que, aparte de ser amigo, ha sido tan importante en el baloncesto español. Es un ejemplo de superación constante en todo, nunca ha dejado de mejorar”, enfatiza el actual director deportivo del Bilbao. “Somos amigos desde hace mucho, independientemente de lo que hemos vivido en la pista, que es mucho, siempre he sabido que es parte de esa gente con la que puedes contar”. Si el exbase ha sido siempre un ejemplo de coraje por salir de graves lesiones de rodilla, parte de esa competitividad la heredó de su compadre: “Como jugador siempre va al máximo, en una posición en la que cada vez hay menos gente, jugando al postes, su baja se va a notar”.
Para novatos en la ACB, el veterano en cuestión es un libro abierto. Mumbrú pidió a la gente que disfrute este año de Redivo porque la va a romper y el argentino, claro, devuelve las flores: “Que un jugador de su categoría hable así… trataré de no desilusionarle, es un placer compartir equipo con él”.
Por su parte, Pere Tomàs coge el puesto de tres en el Retabet, ahí donde durante nueve años hizo poseía Mumbrú: “Estoy en su posición y es un honor; me propongo disfrutar de él y aprender lo máximo, compartir vestuario aunque sea solo una temporada es muy positivo y trato de fijarme en cada detalle”.
Si Alex encara su temporada vigésima primera en la cúspide, para Hervelle y Javi Salgado se trata de la decimocuarta. “Alex es un jugador importantísimo para el baloncesto español, ha dado muchas alegrías en los equipos que ha estado. Es un monstruo competitivo, lo que le ha llevado a ser así es su capacidad competitiva, no le gusta perder ni en los tiros libres, queremos disfrutarlo con él y él especialmente, ojalá entre todos tengamos una buena temporada… se dice pronto llegar a 20 años en la ACB”. Y en tono irónico lanza el base bilbaíno: “Ya solo le falta ser alcalde de Bilbao y luego aspirar a lehendakari, es un referente, un guía, un jugador para el Bilbao Basket, para los jugadores y la afición, se lo ha ganado a pulso. En el vestuario le respetamos y entre él y Axel son los líderes por la experiencia y saben llevarlo, tienen esa capacidad”. Su propio entrenador, Carles Duran, lo tiene claro: “Epi, Villacampa., Jofresa… ahora se va él. Es una leyenda, pero no es pasado, aún es un jugador muy competitivo”.