Uno de los Tres Mosqueteros lo deja. Navarro, Mumbrú y Felipe Reyes son los mayores supervivientes en la ACB, los únicos que cuentan dos décadas en la cúspide nacional, y el capitán del Bilbao ha anunciado que hasta aquí ha llegado. ¡Hasta ha jugado contra el padre de su actual compañero Tim Kempton! A la Bomba, con contrato casi vitalicio para hacer lo que quiera en el Barcelona, no le debería quedar mucho más y a Felipe Reyes, que ya ha anunciado su retirada en la Selección, el cuerpo y los jóvenes también le van empujando a olvidar las canchas. En el Bilbao Basket las salidas de históricos van cayendo como las hojas de un árbol en otoño (o lo que antes conocíamos por otoño, que ya no existen). El año pasado colgó la batuta el genial Raúl López (ahora en labores de director deportivo) y Javi Salgado se ha visto este verano con fuerzas para seguir (pese a una oferta incomprensible por lo ridícula) pero ve cerca la meta. Hervelle no va a prolongar mucho más la carrera: lleva 439 partidos y rozaba ser el extranjero con más recorrido en ACB pero Savané ha renovado con el Estudiantes y le ha cerrado el paso: este lleva 461 encuentros (dejó atrás a Bernard Hopkins, con 456).

Mumbrú se marchará en 2018 con prácticamente todos los récords del RETAbet en su poder (para empezar, partidos y minutos). Otro histórico como Banic se los ha ido cediendo gustosamente. Su hoja de servicios en la tabla de registros en ACB no será fácil de batir: de momento lleva 643 partidos (séptimo, cerca de Herreros, que tiene 654), 16.120 minutos, 7.008 puntos (11º), 2.370 rebotes (16º), 1.182 asistencias (26º), 832 triples (4º) y 579 robos (32º). el capitán de los MIB difundió sus intenciones a través de los canales oficiales del Bilbao Basket. 

"Llevo mucho tiempo pensando en ello, lo quiero hacer a mi manera, retirarme compitiendo al máximo nivel;disfrutar de cada momento y de cada canasta, de cada pase a mis compañeros, despedirme de Miribilla y del basket con un año de margen. Espero que sea lo más bonito posible", indicó. Va a hacer 39 años y el cuerpo siente los achaques de tanto trajín (incluyendo los veranos triunfales con la Selección). Tras formarse en el Joventut y pasar en dos etapas por el Madrid, ha cubierto nueve años en Bilbao, en los que ha tenido que ejercer de líder, consejero técnico, cicerone y profesor de los nuevos, y hasta hombre-milagro cuando se anunciaba la expulsión del club de la ACB. Encabezó una huelga y al mismo tiempo, sabiendo su poder en el baloncesto español, tocó las puertas precisas para salvar la entidad. Ese es Mumbrú. Apareció por Bizkaia en el verano de 2009, con 30 años recién cumplidos, de la mano de Gorka Arrinda en el inicio de la era del derroche y pisó esta tierra "pensando que iba ser algo temporal". Acabó siendo el capo.

A pesar de no haber ganado ningún título deportivo en Bilbao, Mumbrú ha congeniado de manera notable con la ciudad del Guggenheim. Aquí alcanzó el subcampeonato de Liga en la temporada 2010-11 y jugó la Euroliga un año más tarde. "Siento que Bilbao es mi casa. Llevo mucho tiempo aquí. Mis hijos nacieron en Bilbao, hablan euskera y me siento totalmente integrado porque la gente me ha hecho sentirme así. Cuando te sientes querido en un sitio sientes que formas parte de él y me gusta sentirme parte de Bilbao". A nivel de clubes, Mumbrú ganó también la Eurocopa de la FIBA de 2006 con la Penya y un doblete con el Madrid, Liga ACB y Copa ULEB de 2007.

"Esta va a ser mi última temporada como jugador profesional. Tengo un año para despedirme del baloncesto". Así anunció que cae el telón. Se estrenó entre los grandes el 6 de septiembre de 1997, con apenas 18 años. "Han pasado muchos años, hay gente ahora en el equipo que tiene 19-20 años... Estoy muy orgulloso", reconoce el alero barcelonés. Fuera de los clubes, ha sido 113 veces internacional con España y formó parte del equipo que conquistó el Mundial de Japón de 2006 junto a jugadores, entre otros, como los hermanos Pau y Marc Gasol o Juan Carlos Navarro, verdaderos hermanos para él. En su palmarés aparecen también las medallas de oro del Eurobasket de 2009 en Polonia, las de plata de Eurobasket 2007 de España y de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y la de bronce en el Eurobasket de 2013 de Eslovenia. El futuro no le desligará del baloncesto: se está sacando el título de entrenador y por ahí puede ir su camino.