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INTERCONTINENTAL

El Tenerife gana al Guaros y conquista la Intercontinental

El Iberostar, con un gran Tobey, suma el segundo título de su historia tras la Champions y la séptima Intercontinental para el baloncesto español.

GRA579. SANTA CRUZ DE TENERIFE, 24/09/2017.- Los jugadores del Iberostar Tenerife celebran su victoria en la Copa Intercontinental tras superar al equipo venezolano Guaros de Lara. EFE/Cristóbal García
GRA579. SANTA CRUZ DE TENERIFE, 24/09/2017.- Los jugadores del Iberostar Tenerife celebran su victoria en la Copa Intercontinental tras superar al equipo venezolano Guaros de Lara. EFE/Cristóbal GarcíaCristóbal GarcíaEFE

Quien ríe el último, ríe mejor. Y ahora mismo todo son carcajadas en La Laguna. Así, el Iberostar Tenerife tuvo que trabajarse mucho la victoria ante el Guaros de Lara, de Venezuela, en esta Copa Intercotinental que supone su segundo título tras la BCL, alzada al cielo de Tenerife hace unos meses, conseguida también al calor del Santiago Martín. Otra final a la buchaca del equipo tinerfeño.

Arrancó el Iberostar con el motor gripado, acaso víctima de un empane digno de estudio. Así, sin apenas darse cuenta, ya iba perdiendo 2-12 con el siempre protestón Nate Robinson haciendo de las suyas, sonrojante marcador que por suerte no marcó el devenir del partido. Reaccionó rápido el equipo lagunero, y con sendos triples de Tobey y White comenzó la operación remontada, 14-17, tal y como reflejó el marcador al final del primer cuarto.

Empatarían poco después los locales, 19-19 tras otro triple del propio White, pero el caso es que no terminada de meterle una dentellada al partido. Así, por cada golpe suyo recibía otro del Guaros, equipo rocoso donde los haya, llevando además el partido a un terreno pantanoso en el que tan bien se desenvuelve. Así, entre Upshaw y Bethelny mantenían a los suyos con ventaja, 30-36, tras un acercamiento previo de Richotti, certero desde el 6,75 para poner un tanteo de 28-29.

La primera parte se clausuró con altas dosis de adrenalina y triplazos de San Miguel y Graham para el 36-39 final.

Tras haberse enganchado al duelo, sabiéndose además favorito, era cuestión de que el Iberostar supiera esperar su momento para ponerse por delante. Difícil lo tuvo, pues Graham demostraba desde el triple, 41-46, que el Guaros es un rival más complicado de lo que parece. La remontada parecía un hecho cuando Tobey empató a 48, pero él y los suyos desperdiciaron infinitas oportunidades de dominar el electrónico, víctimas de la ansiedad propia de jugarse un título. Y tuvo que ser Ponitka, uno de los recién llegados, quien diera por fin ese 54-53 con el que los tinerfeños dominaban el marcador por primera vez en el partido. Y así fue hasta el final.

Quedaban 10 minutos de partidos. 56-55 en el cielo del Santiago Martín. Todo por decidir. Un título en juego. Y para el Iberostar no existe título menor. Era mucho lo que había en juego, por lo que el partido entró en fase de miedo, acaso temor al fallo, atasco generalizado. Así lo demuestra que la primera canasta de este periodo, de Fran Vázquez para el 58-55, tardara más de dos minutos en llegar. Después, Ponitka ponía a los locales 5 arriba, 62-57, mucha distancia atendiendo a las circunstancias del partido.

Pidió tiempo muerto el Guaros, pero ya no tenía nada que hacer. Ocurre que, con el marcador a favor en partidos así y ante su público, el Iberostar se siente invencible. Ocurrió en la F4 de la BCL y pasó lo mismo esta tarde. El 19º punto de un imperial Tobey mantenía la renta, 66-61, y ahora fue la formación venezolana quien se encontró con un muro imposible de remontar. En exceso precipitados, demasiados malos tiros y nada de sangre fría, sus jugadores dilapidaron sus opciones ante un Iberostar Tenerife impecable con el viento a favor. Un triple desde el más allá de Robinson añadió algo de picante, 74-70.

La sudó, y así sabe más esta Intercontinental (la séptima para el baloncesto español). Segundo título, qué mejor manera de iniciar el curso o de acabar el anterior, según se mire. Saluden al campeón.