El Iberostar viene para quedarse. En la primera edición de la BCL acogió la F4 y la ganó con total autoridad, inmune como fue el equipo durante todo el caminar europeo. En la ACB, además, jamás dejaron de estar en puestos de playoff. Y eso que uno de sus máximos exponentes, Javier Beirán, fue víctima del cruzado anterior. Vidorreta se marcha rumbo a Valencia y la Euroliga, relevándole en el banquillo Nenad Markovic, experimentado tirador ex-ACB. Costará reemplezar bajo el aro a Doornekamp, también en Valencia, y Bogris, pero se espera mucho de nuevos elementos como Rosco Allen y Tobey, pendiente como sigue un mayor protagonismo y explosión de Niang.
El equipo sigue en buenas con el trío de bases que componen San Miguel, Bassas y White, uno de los mejores agitadores de la ACB. Richotti debe dar un paso adelante tras una última temporada lastrada por las lesiones. Abromaitis vuelve a ser uno de los referentes del equipo, bienvenida siempre su polivalencia, y Vrabac y Ponitka apuntan alto.
El alero madrileño pasar por ser, además, el mejor‘fichaje’ tras una temporada casi en blanco por el crujir de su rodilla derecha. Es habitual que vea el aro como una piscina. Su compromiso, conmovedor. En el grupo de fijos de la selección por las ventanas FIBA.
