Con todo resuelto en el grupo C, la última jornada arrancó muy fría (69-107). Apenas 737 espectadores presenciaron la victoria de Croacia, segunda de grupo, ante la República Checa, ya desahuciada y con las maletas hechas. Quién sabe si fue el último partido de Jiri Welsch con su selección. El partido no tuvo historia y volvió a estar liderado por Dario Saric (18 puntos) y Bojan Bogdanovic (25), los líderes de una Croacia que ya avista los octavos con ciertas esperanzas de medalla aunque es consciente de que le espera un cruce de octavos nada fácil. Los croatas han ido de menos a más en la primera fase mientras que los checos se quedaron sin gasolina demasiado pronto. La ausencia de Vesely fue demasiado para los de Ginzburg. Y para Satoransky, que ha acabado literalmente fundido.