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ESPAÑA - REPÚBLICA CHECA

Jiri Welsch, el sucesor frustrado de Garbajosa, se mide a España

Anunciado a bombo y platillo en Unicaja en 2006 y fichado por Scariolo, su bajo rendimiento generó discusiones en Málaga. Hoy cruza con el presidente de la FEB y el seleccionador.

Cluj
Jiri Welsch.
FIBA

A sus 37 años, Jiri Welsch (Pardubice, 27-1-1980), rival de España hoy con la República Checa, se ha granjeado una carrera más que correcta. Proyectado al gran público en el Olimpija de Ljubljana a principios de siglo XXI, fue elegido en el número 16 del draft por los Sixers. Pasó por Warriors, Celtics, Cavs y Bucks. Una carrera errática pero que aún en aquella época, hace once años, resultaba fascinante. La historia que conecta a Welsch con el partido de este sábado tiene que ver con el Unicaja; el presidente de la FEB, Jorge Garbajosa; y el seleccionador, Sergio Scariolo. En junio de 2006, Garbajosa decidió abandonar Málaga para probar suerte en la NBA (Toronto Raptors). El madrileño era entonces un semidiós en el Carpena. Había llevado al Unicaja a ganar la primera Copa del Rey (2005) y la primera Liga de su historia (2006). En aquellos días, Scariolo reprochó con fuerza a la planta noble del club no haber hecho más para retenerle en un pulso que luego traería consecuencias. Pero esa es otra historia.

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Con el dinero que supuestamente hubiese costado retener a Garbajosa, Unicaja incorporó a Carlos Jiménez, que venía de ser nada menos que campeón del mundo pero era un jugador de complemento más que un líder carismático, y a Jiri Welsch, que fue anunciado a bombo y platillo. Las expectativas se desbordaron en su presentación y después de una buena puesta en escena en la Supercopa de 2006. Su juego academicista gustó en Málaga. Pero el sucesor de Garbajosa no resultó tal. Sus compañeros apreciaron siempre su profesionalidad (la que le permitió prolongar su estancia en Málaga tres temporadas más) pero se sorprendieron por su falta de calidad, unida a cierta debilidad mental. Entre las anécdotas más recordadas de Welsch, una en un frío vestuario de Moscú después de una dura derrota del Unicaja. En un vestuario en plena combustión por una inesperada derrota que complicaba el camino a la Final Four, un jugador con peso en aquella le pidió que “devolviera el dinero” que cobraba, más que el que merecía, en opinión de este, por su rendimiento. Aquello quedó ahí y Unicaja, aquel año, acabó llegando a la Final Four. Welsch no fue el mejor fichaje de Unicaja ni el sucesor de Garbajosa, pero sigue volviendo a Málaga, donde se le ve a menudo con su nueva pareja, como merece esa maravillosa ciudad.