La Fonteta y el Valencia desafían a un Real Madrid en aprietos

El Valencia Basket tiene ante sí una oportunidad de las que se dan una vez cada varias décadas. Está a dos triunfos de ganar la primera Liga de su historia, y los dos siguientes partidos los juega en casa, en La Fonteta, con su afición más volcada que nunca tras el varapalo de la Eurocup. Los de Pedro Martínez han sido el segundo equipo más regular de la temporada, constancia en el esfuerzo (balance de 49-18, un 73% de triunfos en 67 duelos), y ahora tienen la oportunidad de darle un zarpazo al primero, a un Madrid lejos de su pico máximo (60-20, 75% en 80).

La experiencia ha demostrado a los de Laso que resbalar en la Final Four siempre deja secuelas, aunque a veces se superan. El Valencia necesita solo dos triunfos, decimos, pero hasta el domingo no sumó su primera victoria en una final de Liga tras dos participaciones y cinco encuentros (3-0 ante el Barça en 2003). El tobillo de ­Vives preocupa a los locales para no exprimir a Diot y mantener la presión sobre Llull (y Doncic). Incluyan ahí las ayudas de los pívots que les permitieron tomar la iniciativa en Madrid, sobre todo en el segundo asalto. El Real intenta recuperar jugadores para la causa, para arropar a Llull como ya hizo para cerrar la serie ante el Unicaja. Que Randolph aparezca puede variar el pulso interior frente a Sikma y Dubljevic, una pugna que se mantiene viva por el incombustible Reyes. Lo vemos.