Rudy Fernández no atraviesa su mejor temporada en la Liga Endesa. El alero, más centrado en labores de intendencia este año, registra su peor media anotador desde que se estableció definitivamente en el Real Madrid en 2012 (en 2011, por el cierre patronal de la NBA, disputó nueve partidos con el equipo blanco): 7 puntos en fase regular y 3,8 entre los cuartos y las semifinales del playoff. Unos guarismos que se vinieron abajo en el primer encuentro de la final de la Liga Endesa ante el Valencia. Allí el balear resurgió. Era predecible que algún día, en algún duelo, la clase que aún atesora regresara. Y cómo lo hizo. Alcanzó su mejor marca del curso con 19 tantos tras batir su tope en triples (4) en tres de las cuatro competiciones que ha disputado esta campaña. Ante el Barça, en la Supercopa, logró cinco... hace casi nueve meses.

“Estuvo muy bien. Leyó genial las defensas y se adaptó a todas las situaciones. Si encima hace esos números... También atacó el aro con confianza y sacó faltas. Hizo un partido muy completo”, dijo Pablo Laso sobre su pupilo. “He trabajado toda la temporada y sabía que si seguía, mejoraría”, comentó el propio Rudy que logró con 20 su tercera valoración más alta del curso tras los 22 ante el Galatasaray en la Euroliga y los 21 contra el Valencia en la 18ª jornada liguera.El equipo taronja es un talismán para él. Contra ellos estableció, además, la que era su mejor anotación hasta este viernes con 17 tantos. Fue en el segunda partido de liga. “Estamos contentos de que tuviera un partido así”, subrayó Jaycee Carroll.

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Hoy, en el WiZink Center, Fernández tendrá una nueva oportunidad de ser el verdugo del conjunto de Pedro Martínez (18:30, #0 y M+D1) y colocar el 2-0 en una final que el Madrid, según los antecedentes, tiene muy de cara: solo en una ocasión se remontó un 1-0 en la lucha por el título. El equipo de Laso fue el autor de esa ­proeza la pasada temporada ante el Barcelona.