Obradovic pide hospitalidad y Udoh bromea con ‘matar’ a Bill
“Intentamos frenar a Llull y nos hizo 28 puntos”, respondió sobre Spanoulis, con el que no tiene relación desde que Vassilis dejó el PAO. Hizo un llamamiento antiviolenciaLlull: segundo título y camino de dominar la Final Four
Zelimir Obradovic encara estos días en Estambul su 16ª Final Four, a la caza de su noveno título, con lo que igualaría el palmarés del Madrid, el club más galardonado en las seis décadas de historia de la máxima competición continental. A por su noveno trofeo con cinco equipos diferentes: al timón ahora del Fenerbahçe, antes del Panathinaikos, Madrid, Joventut y Partizán, con el que se estrenó el año de su debut en el banquillo en 1992. Han pasado 25 años y en la conferencia de prensa previa a la final, en la que era el gran protagonista, se le preguntó en qué ha cambiado en este tiempo: “Si veis las imágenes de entonces los cambios son evidentes (dijo bromeando), me mantengo con la misma ambición e ilusión de entonces”.
A la comparecencia, a la que acudió Udoh, jugador estrella de la semifinal ante el Madrid, faltó Spanoulis por el Olympiacos. Estaban Sfairopoulos, el técnico griego, y Printezis. Spanoulis dejó el Panathinaikos de Obradovic por una oferta millonaria de tres años en el verano de 2010 y desde entonces la relación entre ambos es inexistente. A Zeljko le preguntaron por cómo frenar a su exjugador y respondió así: “Antes de la semifinal intenté preparar a mi equipo para frenar a Llull y nos anotó 28 puntos. Hay que estar listo para cualquier situación. El Olympiacos tiene muchos jugadores de calidad, siempre vuelve cuando va por detrás. En una final cada detalle cuenta”.
Por su parte, Printezis alabó a su compañero, con el que protagonizó la jugada final que les dio el título en este mismo escenario, el Sinan Erdem, en 2012 ante el Olympiacos: “Sabe encontrar las soluciones en los momentos decisivos”. Y Udoh bromeó con el apodo de Spanoulis, ‘Kill Bill’: “Alguien tiene que ‘matar’ a ‘Bill’ en los últimos minutos. Y no es literal, por supuesto”.
Obradovic hizo un doble llamamiento a la tranquilidad, primero a su equipo: “Estamos en buen momento y jugamos en casa, es un escenario perfecto, pero las finales son especiales. No hemos ganado nada y no podemos celebrar nada. Tendremos que estar tan intensos y concentrados como ante el Madrid. Puedes prepararlo todo muy bien, como siempre, pero son los jugadores los que deciden”.
Su segundo llamamiento fue a la afición: “Quiero decir algo muy importante. Tendremos muchos aficionados animándonos en Estambul, quiero pedirles que nos apoyen como siempre hacen, pero también que sean muy correctos con el Olympiacos, especialmente con sus seguidores, no solo en el pabellón, sino también en las calles de la ciudad. Que sean hospitalarios con la gente que ha venido de Grecia. Es un partido de baloncesto”.