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ANDORRA 86 - REAL MADRID 88

No valía para nada, pero lo ganó Nocioni en una nueva prórroga

El tercer Madrid-Andorra del curso se resolvió otra vez en el tiempo extra, como los dos anteriores, el de la Copa y el primero de la Liga. Resolvió Nocioni (19) con la canasta final.
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Nocioni, a la carrera.
Nocioni, a la carrera.Fernando GalindoEFE

No valía para nada, absolutamente para nada, pero aun así el duelo abrió la caja de las emociones. Las del Madrid, que se mostró exuberante de inicio (40-59) a cinco días de la Final Four, y luego penó para vencer en una prórroga que no le interesaba desde ninguna perspectiva posible. Había que ahorrar esfuerzos y evitar una lesión, pero se fue al tiempo extra y… lo ganó. Y lo hizo aun a riesgo de irse a una segunda prórroga. Estuvo muy cerca y hubiera sido de traca. Nocioni lo impidió. Tiene 37 años y nunca escatima esfuerzos. Fue el mejor del Madrid y resolvió con una canasta en los últimos segundos tras un rebote ofensivo de Maciulis: 86-88. Sumó 19 puntos, 9 rebotes y 23 de valoración en 28:06 en pista. Solo él y Draper sobrepasaron los 25 minutos. El júnior Radoncic echó una mano y metió tres tiros libres para estrenar su casillero de puntos en la ACB (ya había debutado el curso pasado). Álex Suárez también descargó de excesos a los principales (15:45 y un triple).

Andorra era pura pasión. El MoraBanc se plantó ante su gente con anhelo de desquite por la Copa y el campo atrás, aunque el Madrid sumergió ese apetito de revancha en un mar de triples con dos veteranos como ejecutores: Rudy y Nocioni, 23 puntos y seis triples más 30 de valoración entre ambos al descanso. Manita y ambición, listos para Estambul. Mientras los blancos lanzaban por entonces 21 veces de tres, y metían nueve, el rival erraba quince de sus primeros 16 intentos. Los de Laso movían bien el balón y la renta se abrió hasta los citados 19: 40-59, minuto 26, sin Llull ni Ayón ni Randolph, que andaban en casita.

Entonces, el Real desapareció. Encajó un parcial de 37-18 con Antetokounmpo volando de un lado a otro. El griego era una central energética al máximo de su producción (pese a los cinco tiros libres y cuatro triples fallados). Contagiaba a cualquiera y su hermano Giannis, estrella NBA, lo celebraba como un poseso en la grada. Los blancos solo metieron una canasta en más de seis minutos y erraron once de sus doce triples en el cuarto periodo: 77-77. Además cogieron 16 rebotes menos (57 a 41) y cedieron 20 ofensivos. Entre Antetokounmpo, Shermadini y Stevic, este último clave también en la reacción (como Colom), sumaron 37 capturas.

No valía para nada, pero cuánta vehemencia. Hubo tiempo extra y un gran espectáculo. Tres Andorra-Madrid este curso y en los tres, el de la Copa y el primero de la Liga, se jugaron cinco minutos de propina con el mismo desenlace. Y volverán a verse las caras en el playoff de cuartos con riesgo extremo de una nueva prórroga en el horizonte. Antes, la Final Four, a la que el Real llega tras nueve triunfos seguidos en la ACB. La mejor racha de cualquier equipo esta temporada. A ver.