El Unicaja arrasa al Tenerife y ya es equipo de playoff

El Unicaja sigue con velocidad de Ferrari desde que ganó la Eurocup y arrasó a un Iberostar Tenerife sin tensión y con la cabeza puesta en su histórica final de la Basketball Champions League (la tercera competición continental tras la Euroliga y la Eurocup). El equipo de Joan Plaza jugó con viento a favor e inercia de ganador. El Tenerife solo aguantó el primer cuarto y el tramo en que Fran Vázquez, en su regreso al Martín Carpena, anotó sus nueve puntos. Lo demás fue un correcalles.

El Unicaja y el Iberostar Tenerife comenzaron con mutuo respeto e igualdad. 18-18 en el primer cuarto. En el segundo tramo parcial de 9-2. Fran Vázquez, antiguo y muy querido canterano verde anotó nueve puntos (con 10 de valoración). No sumaría más. De un 34-33 a los 17 minutos se llega al descanso con 44-34. Un parcial de 10-1 cerrado con colosal triple de Jamar Smith. Desde ese momento solo hubo un equipo sobre la pista. El Unicaja.

Los de Joan Plaza se pusieron en órbita. Dos triples de Nedovic (52-34). Otro 8-0 de parcial. Desde aquel 34-33 el marcador era tremendo: 18-1. Txus Vidorreta trataba de parar la hemorragia. La diferencia crecía (56-36 minuto 25, 20 puntos de distancia). Ya hablamos de un 22-3 en solo ocho minutos. Demoledor. La distancia ya era tremenda. (62-38 minuto 28). El tercer cuarto se cerró con 65-46. El parcial de estos 10 minutos, 21-12.

El Tenerife mejoró su acierto con los triples y redujo distancias (67-52). O eso parecía. Agua. No era muy normal ver a los canarios con solo cinco triples de 22 intentos en 30 minutos. El partido se convirtió en un entrenamiento. El Unicaja jugaba con inercia de campeón y el Tenerife pensando en su Final Four que jugará entre el 28 y el 30 de los corrientes compartiendo galones con el Banvit de Turquía, el Mónaco francés y el Umana Reyes de Venecia (italiano). Estaba en otro sitio. Lógico.

Con 77-57 a falta de cuatro minutos para el final, poco más que añadir. El Tenerife trató de mantener cierta compostura y Plaza concedió a Viny Okouo los clásicos trabajos de un becario más o menos aplicado. Okouo metió la canasta final (88-67).El  Unicaja sigue en una nube y el Tenerife, con su playoff asegurado, solo piensa en su superfinal. Se lo ha ganado.