Los Cavaliers ganaron cómodamente a los Magic (122-102) para lograr su tercera victoria seguida e ir dejando poco a poco su mala racha de resultados en un mes de marzo demasiado gris. Un triunfo que les permite recuperar el liderato de la Conferencia Este horas antes de visitar Boston para medirse a los Celtics esta misma madrugada (02:00, hora española). Un partido que ha generado una gran expectación ya que se antoja decisivo para determinar cuál de los dos equipos acaba en primera posición. Una visión que no comparte LeBron James. "Nos vamos a enfrentar a un gran equipo que viene haciendo un buen juego. Pero no me vais a pillar con un partido de Temporada Regular. Lo siento, pero vengo de jugar seis Finales seguidas. Soy la última persona a la que preguntar por un partido de Temporada Regular", comentó ante la prensa al ser cuestionado por el encuentro ante de sus clásicos rivales.

El cuatro veces MVP está completando una de sus mejores campañas individuales, como demuestran los 12 triples-dobles que lleva en esta 2016-17. El último llegó esta madrugada ante los Magic: 18 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias tras superar los 50 minutos de juego en el partido anterior ante los Pacers. Orlando aguantó el ritmo a los Cavaliers hasta el descanso, pero un 43-20 de parcial en el tercer cuarto finiquitó la contienda. Durante algunos minutos, Cleveland exhibió todo su potencial. Que se vayan reencontrando a sí mismos es un motivo para sonreír hoy en Ohio. Además de LeBron, Love aportó un doble-doble (28+11), Irving picó y dirigió (24+8 asistencias), JR Smith demostró estar recuperado de su lesión (+33 para los campeones con él sobre el parqué) y Kyle Korver volvió a aportar acierto exterior saliendo desde el banquillo —Cleveland es el tercer equipo de la historia en anotar 1.000 triples en una temporada—. Demasiado para unos Magic inmersos en otra batalla: la del tanking.