Jokic destroza a los Knicks en el duelo Willy (12+4) vs Juancho (8)
En otro desastre de los Knickcs, el Madison empezó coreando a Charles Oakley y acabó abucheando a su equipo. Brutal Jokic (40+9+5).
Nikola Jokic firmó su mejor actuación NBA en el Madison Square Garden para liderar el triunfo, con remontada incluida, de los Nuggets por 123-131 para sonrojo de una afición que acabó volviéndose contra su equipo. Todo en un duelo en el que los hermanos Hernangómez volvieron a medir fuerzas por segunda ocasión en la mejor Liga del mundo. Como ya sucediera en diciembre al pie de las Rocosas, Juancho (8 puntos y un par de triples, además de un mate tras robo) volvió a apuntarse la victoria ante el mayor, Willy, aunque fue este quien firmó los mejores números: 12 tantos (6/7 en tiros) y 4 rebotes en apenas 9 minutos (venía de promediar 27,4 en las cinco anteriores citas: ya saben, cosas de Hornacek). Ambos dejaron una gran impresión y sellaron su batalla en la cancha con un fraternal abrazo al término del partido.
Willy y Juancho acapararon buena parte de los focos (sobre todo en España), aunque la expectación por ver cómo reaccionaba el Madison tras el incidente protagonizado por Charles Oakley era máxima. Y el mítico pabellón neoyorquino tomó partido por su antigua estrella, quien tras enfrentarse con James Dolan (el propietario de los Knicks) acabó detenido. "We want Oakley (Queremos a Oakley)", coreó la afición durante el primer cuarto (al margen de exhibir pancartas), respondiendo así a la decisión de Dolan de prohibirle indefinidamente la entrada al Madison al exjugador. Por si ya tenían pocos problemas los de la Gran Manzana (el terrible momento deportivo del equipo, el cisco entre Carmelo y Phila Jackson...), ahí va otro más.
"Hay una especie de nube que nos cubre. Tenemos que encontrar la manera de salir de ella", decía 'Melo'. No le falta razón en el diagnóstico, los Knicks se encuentran inmersos en un túnel cuya luz al final del mismo queda muy lejos. Y es que un asunto bien distinto es dar con el tratamiento correcto. Anoche, y pese a su gran actuación en el último cuarto (21 de sus 33 puntos llegaron en dicho periodo), no pudo evitar un nuevo bochorno de un equipo que tiró por la borda una renta de 12 tantos en el ecuador del segundo acto (52-40 tras canasta de Willy) y acabó naufragando en defensa. Valga este dato de ejemplo. En los 465 partidos de Charles Oakley como local, los Knicks encajaron únicamente 131 puntos en contra (los mismos que esta madrugada ante Denver) en una ocasión. Aquel equipo con orgullo y que se dejaba el alma quedó para el recuerdo. "Nuestros titulares deben estar avergonzados", comentó un Jeff Hornacek que dijo sentirse arrepentido por no haber dado más oportunidades a los suplentes. Cada uno despejando balones fuera como puede y, mientras, el Madison abucheando a los suyos. Un drama.
Pero al margen del desastre de los locales, hay que hablar de los Nuggets. Con el triunfo, en el que todos sus titulares anotaron en dobles figuras, se consolidan en el octavo puesto del Oeste y ponen un partido y medio de ventaja sobre los Blazers, sus inmediatos perseguidores. En buena medida gracias a un partidazo espectacular (otro más) de Nikola Jokic. El pívot serbio logró su tope anotador en la NBA (40 puntos con un 17/23 en tiros de campo), además de sumar 9 rebotes, 5 asistencias y 2 tapones. Y todo ello días antes de cumplir los 22. Lo que le permite entrar en un club exclusivo junto a Kobe Bryant, Anthony Davis, Kevin Durant, Blake Griffin, LeBron James, Michael Jordan, Trace McGrady y Karl-Anthony Towns. Casi nada.