El Valencia resiste el asedio del Herbalife Gran Canaria

El Valencia resistió el asedio del Herbalife Gran Canaria, que se puso fugazmente por delante en el marcador en el tercer cuarto, y gracias a su mejor lectura en el tramo final se llevó un valioso triunfo (86-81) ante un equipo que le exigió al máximo pero encadenó su undécima derrota en la Fonteta.

El encuentro arrancó igualado salvo en un aspecto, el mal balance defensivo del Herbalife, pero fue clave para decantar la iniciativa del lado local. Tres transiciones locales abrieron una primera brecha y obligarona Luis Casimiro a pedir un temprano tiempo muerto para tratar de reconducir la situación (10-2, min. 4).

Ese impulso dio seguridad al Valencia en sus tiros y, con un Sam Van Rossom certero desde la línea de triple, el equipo local estiró su ventaja hasta poner contra las cuerdas al Gran Canaria (25-9, min. 8).

La entrada del interior estadounidense Ryan Hollins cambió la cara de los visitantes. Su intensidad contagió a sus compañeros y con su confianza recuperada, las penetraciones de McCalebb empezaron a convertirse en un quebradero de cabeza para el Valencia, que trasladó sus dudas al ataque y llegó al descanso con sólo cinco puntos de renta (42-37, min. 20).

El paso por el vestuario no redujo ese impulso y de la mano de McCalebb, al que cada vez se le veía más a gusto en la pista, el Herbalife logró por fin ponerse por delante en el marcador ayudado por el físico de O'Neale y poner a prueba la dureza mental de los locales (46-47, min. 23).

El Valencia no se vino abajo. Van Rossom mantuvo firme a su equipo, forzó la tercera personal del base estadounidense y ayudó a su equipo a salir del lío en el que se había metido.

El Gran Canaria volvió a intentarlo pero dos técnicas seguidas, una a Luis Casimiro y otra a Pablo Aguilar, por protestar ambos una posible falta de Pierre Oriola le hicieron perder el paso de nuevo. Aún así, un triple del ala-pívot granadino desde su pista para cerrar el tercer cuarto revitalizó a los visitantes.

El regreso de Luke Sikma a la pista le dio al Valencia el aire que necesitaba hasta que llegó la jugada que psicológicamente marcó el encuentro. McCalebb se dirigía a la canasta valenciana tras un buen robo de balón pero Joan Sastre le taponó por detrás y San Emeterio aumentó el castigó con un triple (78-68, min. 37).

Quedaban todavía tres minutos pero ambos equipos estaban casi asfixiados y los fallos por ambos lados se multiplicaron, especialmente a los locales, a los que esta vez les salvó su buenas defensas porque un triple de Kuric volvió a dar ánimos al Gran Canaria, al que le faltó tiempo.