ANADOLU EFES 78 - REAL MADRID 80
A los pies de Luka Doncic
El canterano fue decisivo en ausencia de Llull y firmó su mejor partido en la Euroliga: 17 puntos, 9 asistencias y 31 de valoración en 23 minutos. Ayón evitó la prórroga con un tapón.
Solo hay dos jugadores en el Madrid con más de nueve puntos de media en la Euroliga. Ninguno de los dos estuvo este jueves en Estambul. Llull por lesión en la rodilla izquierda tras jugar 17 minutos tocado en la segunda parte ante el Betis. Y Randolph. Presente en cuerpo, no en alma. Ido en ataque, incluso sin querer jugárselas (elocuente 1 de 7). Pero ganó el Madrid, y lo hizo en la mejor actuación de Luka Doncic en la élite.
No fueron sus escandalosos números (17 puntos, 5 rebotes, 9 asistencias, 4 faltas recibidas y solo una pérdida para 31 de valoración en 23 minutos), sino el peso que tuvo en el devenir del partido. Sensaciones puras de dominio. Encadenó en los últimos dos minutos y medio cinco puntos (entrada a lo Bodiroga y un triple) y una asistencia mágica para Ayón, pero de las de verdad, no de esas que regala la estadística. Acababa de entrar en pista fresco como una lechuga para cambiarle el paso a su equipo tras la exhibición previa del tercer periodo donde agrupó 9 tantos, 5 pases y 15 de valoración.
El Madrid no fluyó en ataque, no anda fino, y tampoco Carroll apareció, pero fue inteligente y dio la cara. Aguantó carros y carretas para frenar las oleadas del Anadolu Efes y supo asirse a los buenos momentos de varios jugadores. Rudy asumió galones en el arranque del cuarto decisivo, Hunter metió un par de canastas importantes, reboteó y robó cinco balones, Taylor ayudó y transmitió seguridad, Thompkins entró centrado y descerrajó dos triples y Ayón firmó la canasta de la victoria. Y el tapón.
La embocó el mexicano en la pintura tras el jugadón del niño esloveno a falta de 32 segundos. Luego Carroll perdió una bola que pudo voltearlo todo tras una personal no señalada y Ayón, otra vez él, acudió al rescate. Tapón salvador que frenó en seco la penetración de Heurtel y evitó la prórroga. Un Titán de altos vuelos que aguantó con cuatro faltas en pista los últimos cinco minutos.
El Efes abrumó por su capacidad atlética, la de Honeycutt, Brown, Dunston… pero le faltó algo de rebote y un Doncic, una mente pensante. Quizá un Heurtel más fino, aunque el Madrid también extravió 13 balones. Varios de ellos en la apertura del segundo acto, cuando el duelo enloqueció y atrapó a todos en un correcalles tan hipnótico como poco habitual a semejante nivel.
Un triunfo de los que dan impulso en un tramo valle de la temporada y que corta además una racha de dos derrotas, un mal momento. Un triunfo fuera de casa tras cuatro traspiés en las cinco salidas anteriores en la Euroliga. Y un triunfo también para estrenarse en Turquía en la tercera visita del mes tras recibir tres técnicas, tres antideportivas y seis faltas más cometidas (o pitadas). El Desafío Estambul, sede de la Final Four, lo ganó Doncic con inteligencia y talento. El líder, el CSKA, ya no está tan lejos. Duelo directo el día de Reyes. La fila se aprieta.