El Bilbao gana y el grupo se resolverá en la última jornada
El RETAbet necesita derrotar al Khimki en Moscú o que el Montakit caiga ante el Lietuvos en la última jornada. Al Fuenla la victoria le salva.
Uno de los dos grupos de la Eurocup que reúne a dos equipos españoles deja su resolución para el final. Hasta el último minuto parece que no se conocerá el desenlace de un lote que ha gobernado, como se esperaba, con mano firme el Khimki y en el que esta tarde se ha colado también el Alba. El Bilbao se deshizo del Fuenlabrada en su feudo y ambos están en ese paquete con tres victorias que completa el Lietuvos. Ahí está la madre del cordero. El desenlace llegará en dos capítulos ya que la última jornada se desarrolla con una diferencia de tres horas, algo inaudito. Hasta puede darse un 'biscotto' en el Fernando Martín según lo que pase en Rusia.
Justo cuando Bilbao y Fuenla saltaban al parquet a realizar el último calentamiento, el Alba asestaba un golpe importante en el grupo. Ganaba el equipo de Berlín y enmarañaba el asunto de cara al Top-16. Al Montakit le basta con ganar en la traca final de esta fase. La película tal y como va, recomendaba al Bilbao a buscar el 'average' ante el Fuenla (+11), algo que hizo, y esperar el zarpazo del Lietuvos en el Fernando Martín. Si esto último no se da, tendría que someter al Khimki en Moscú, algo harto complicado. El Lietuvos se quedaría fuera con la carambola de victoria del RETAbet en Rusia y un hipotético tropiezo al sur de Madrid. Pero ¿y si los vizcaínos caen en Rusia? Pues el 1 en la quiniela del Fernando Martín con el equipo de Vilna, que no se jugaría nada en ese caso, arrodillándose sonreiría a los contendientes de ese partido. Lo pueden barruntar durante la hora y media aproximada que va desde el final de un encuentro y el inicio del siguiente.
El choque de Miribilla tuvo poca historia. La de un equipo que se jugaba la vida, aunque salió bastante frío, y otro, pequeñito por las circunstancias, que se batió el retirada. Era un pulso por la estratosfera del recinto verde: Diagné moviéndose por las bombillas y Eric a su rebufo. Así que el senegalés cayó en mala postura y se dañó el gemelo derecho. Reinaba un 19-15, y se taponó el armamento visitante. Fue la señal para que el Bilbao dejase de rescindir en los triples (13 se dio el lujo de tirar en el primer cuarto, por cinco lanzamientos de dos) y empezó a sacar a pasear a sus cincos. Buva coleccionó rebotes ofensivos que acabaron siendo determinantes y seis puntos seguidos con su copyright llevaron la primera ventaja apreciable: 26-20. Todorovic salió en el cinco titular con Mumbrú, sólo para frenar el ritmo de Hakanson. Salgado fue esta vez el escudero de Tabu porque Borg tuvo que acudir dos días a Suecia por el fallecimiento de su abuelo materno y ha estado desconectado. Emergió en los 21 últimos segundos del tercer acto para una defensa.
Entre Eric y Buva metieron los primeros 14 puntos del segundo acto. Labor de desgaste absoluta. Rey no podía con Eric y Cuspinera tuvo que poner en liza a Sekulic. Caminando paso a paso, la ventaja local engordaba. A falta de 1:15 para el descanso, Hervelle metió el triple del 45-33. Sekulic es una sombra del jugador que defendió la camiseta del Madrid y tres faltas casi seguidas, dos en ataque y otra en una circulación, dibujaron una caricatura de jugador fuera de ritmo. La frontera de los 11 puntos rondaba el luminoso. Un triple de Lapornik a -12:23 llevó la contienda a 63-50. Ante la ausencia de armas y munición, cogió las riendas Llorca, enorme voluntad pero sin la clase de Popovic.
El Fuenla se fue olvidando de algo que ya ni le iba ni le venía, aunque casi le empujaron a un coletazo final. Sus pérdidas en momentos claves le están arruinando la vida. Su guerra está contra el Manresa en su guarida el fin de semana. Se fue diluyendo como un azucarillo, sin su jugador decisivo bajo el aro y con su líder ofensivo, (Popovic) en casa descansando. El resumen es este: en los ocho segundos del final del tercer cuarto, Bamforth encontró un pasillo por la calle del ocho, tras despiste de Cruz, y cedió a Buva, anclado en la esquina, para un triple que ponía la máxima renta local: 74-59. Otra vez con el partido completamente dominado, el RETAbet tuvo unos minutos de aturdimiento, que sopló Mumbrú con un triple a ocho metros. De fuera hacia dentro, Rey no podía parar a Eric, le falta cintura, y tuvo que frenar al nigeriano con una antideportiva. Aquello derivó en un 81-64. Una técnica a Cuspinera al tiempo que Xavi protestaba una falta clarísima sobre este, sembró de cierto picante, un final en el que en un último esfuerzo fuenlabreño de 93-71 se pasó a 93-77, con antideportiva a Lapornik. El canto del cisne. Nikolic no jugó, por decisión técnica.
Jota Cuspinera acabó indignado con la labor de los colegiados, muy caseros y de huelga de silbato caído con las faltas en el tramo final, tanto como lo que ha sufrido el RETAbet en sus periplos por Europa, para empezar en el Fernando Martín: “Si la Eurocup quiere mejorar, tiene que arreglar los arbitrajes fuera de casa. Se han tragado el pito al final. Hacen un flaco favor a la competición. No hemos perdido por eso y pongo especial énfasis en que arbitrajes parecidos los recibimos nosotros a favor”. Duran no se metió en charcos: "Yo bastante tengo con preocuparme por lo mío. En Fuenlabrada no perdimos por el arbitraje y hoy tampoco hemos ganado por él”.