REAL MADRID 87 - PANATHINAIKOS 84
'El Increíble' Llull celebra sus 29 años con récord: 30 puntos
El base dio el triunfo al Madrid con su mejor marca encestadora en la Euroliga. KC Rivers falló un triple para forzar la prórroga. Thompkins se lesionó.
El Increíble Llull cumplió en la previa 29 años y lo celebró a lo grande. Como acostumbra. Firmó su récord en la Euroliga: 30 puntos, 17 en la segunda parte, para empujar al Madrid a la victoria ante un combativo Panathinaikos. Los de Xavi Pascual anotaron 12 triples de 20 intentos y dominaron el rebote (diez capturas más). Sobresalieron Feldeine (19 tantos y 6 de 7 de tres) y Nick Calathes (15 y 9 asistencias) y se fajaron sin desfallecer Bourousis y Singleton.
El duelo se decidió en la ruleta, la que gritó ‘23 blanco, gana’. Cinco puntos de Llull en 30 segundos en el último minuto y medio. Un entradón que fue un 2+1 y un tirito tras dribling decisivos. Luego echó una mano Carroll saltando a por una bola que se perdía por el lateral y que lanzó contra el cuerpo de Feldeine para desesperación del banquillo griego. 86-84 a siete segundos de la bocina. En la ruleta de la fortuna perdió el exmadridista KC Rivers. Falló un triple muy forzado que hubiera mandado el partido a la prórroga. Buena defensa de Rudy.
Segundos antes Thompkins había caído desequilibrado tras agarrarse del aro. Golpe muy feo contra el parqué y posible lesión (las pruebas confirman una contusión articular en la cadera derecha). Y también un poco antes se había roto Gist. Lesión muscular, en los aductores, y cara de impotencia de Pascual.
Una batalla con bajas. Una pelea de orgullo entre los dos clubes que agrupan el mejor palmarés de este siglo y del pasado y que se llevó el Madrid a lomos del incontrolable Llull. Pasamos de un duelo al sol entre pistoleros en la primera parte (53-50) a un pulso de nervios en la segunda. Los de Laso estuvieron más de cinco minutos sin anotar en el último cuarto, justo cuando Llull se tomaba un respiro obligado. Del 75-68 al 75-76 (15-16 en ese acto).
El Real y el PAO habían rivalizado de inicio en la galería de tiro. Abría fuego Maciulis (9 puntos en el primer cuarto) y le respondía Feldeine. El dominicano y ex del Fuenla se marchaba al descanso con 4 de 5 en triples y su equipo con 9 de 14. El Madrid contestaba con siete aciertos. Más allá de los números, los blancos ponían más hombres en escena. Después del lituano vimos a Randolph, luego a Llull (8 tantos seguidos) y más tarde a Thompkins (otros ocho). Y el equipo daba 14 asistencias en dos cuartos (21 al final, 5 de Ayón).
En el tercer periodo, los locales taponaron la hemorragia en la línea de tres, pero el Panathinaikos no se diluyó, al revés. Se agarró al rebote de ataque (8). Ayón podía con Bourousis, Hunter no. Nada se rompía porque no sobraban fuerzas, ni siquiera a Llull. Sus minutillos en el banco pusieron en evidencia al Madrid, pero le dieron energía para el demarraje final.
Al Madrid le espera ya este viernes el Barça y al Panathinaikos, el Olympiacos. Los dos Clásicos nacionales más potentes de Europa. La Euroliga sin tregua.